Un equipo de investigadores ha organizado ensayos clínicos novedosos que podrían mejorar el diagnóstico y el tratamiento de una forma común de leucemia infantil. Rastreando en la sangre ciertas estructuras especiales segregadas por las células cancerosas afectadas por la leucemia linfoblástica aguda (LLA), estos científicos creen que será posible observar con mayor precisión y tratar convenientemente esta enfermedad, lo cual permitiría salvar vidas y realizar un uso más eficiente de los recursos sanitarios.
Este descubrimiento resulta especialmente interesante porque, hasta hace poco, estas estructuras especiales (unas vesículas extracelulares) se consideraban desechos sin trascendencia. Sin embargo, en el proyecto INTREALL se descubrió que las células leucémicas no sólo producen, sino que también envían, estas estructuras por todo el organismo a través de la sangre.
Este hallazgo abre dos vías nuevas de investigación en torno al tratamiento de la LLA: la posibilidad de seguir la evolución de la enfermedad rastreando estas estructuras y la posibilidad de mejorar la administración de medicamentos combinándolos con las vesículas. Además, el equipo científico confía en que dichas vesículas proporcionen información individualizada sobre los tumores, lo cual ayudaría a los facultativos a prestar en el futuro una atención personalizada.
La LLA es un cáncer maligno que se caracteriza por una sobreproducción de leucocitos. Afecta a niños de manera predominante, y en caso de recaída o recidiva resulta mortal en algunos pacientes. Constituye la enfermedad maligna más común en la infancia (afecta a cuatro de cada cien mil niños al año en Europa). En las últimas cuatro décadas, la tasa de supervivencia ha pasado de ser inferior al 20 % a superar el 80 %.
No obstante, la recidiva sigue siendo una de las causas principales de mortalidad por cáncer en la infancia. Entre el 15 % y el 20 % de los afectados recaen. Actualmente se trata a estos con quimioterapia intensiva y se les somete a un trasplante de células madre hematopoyéticas. Muchos de los medicamentos empleados comportan efectos tóxicos, mientras que los procedimientos quirúrgicos son invasivos y pueden resultar dolorosos y estresantes para los menores.
En consecuencia, los artífices del proyecto INTREALL reunieron a especialistas europeos en cáncer infantil con el propósito de investigar terapias novedosas y de organizar el mayor ensayo clínico del mundo centrado en la LLA. A través del proyecto se ha podido reunir a tres centenares de hospitales europeos y también a pequeñas y medianas empresas innovadoras de los sectores de la biotecnología y las tecnologías de información. Además, se han trabado lazos con redes pertinentes dedicadas a la oncología pediátrica, el desarrollo farmacológico y organizaciones de padres afectados.
Ciertamente, involucrar a los padres en el diseño, la planificación y la realización de estos ensayos clínicos ha supuesto un factor esencial de cara a asegurar una aceptación amplia y el cumplimiento de los requisitos del estudio. Al tratarse de una enfermedad rara, solo a través de un esfuerzo de cooperación muy amplio a escala internacional se podría haber reunido a suficientes pacientes para realizar estudios efectivos, lo cual da testimonio una vez más de la importancia de la investigación efectuada a escala paneuropea.
Dichos ensayos han brindado una oportunidad sin precedentes de lograr descubrimientos nuevos (por ejemplo, el papel de las vesículas extracelulares mencionadas) y también de comprobar la eficacia de fármacos y opciones de tratamiento novedosos y prometedores que podrían conducir a una atención personalizada para los pacientes de LLA. Asimismo, los resultados de estos ensayos, gestionados con sumo cuidado, constituirán un punto de referencia para las futuras estrategias de tratamiento y para el seguimiento de la evolución de los pacientes.
INTREALL, de cinco años de duración, acabará a finales de septiembre de 2016.
Para más información, consulte:
Página web del proyecto INTREALL