El papel de los microbios cutáneos en las alergias y la autoinmunidad

El estudio de los procesos fundamentales que subyacen a las inflamaciones crónicas podrían esclarecer el mecanismo de inicio y la progresión de diversas afecciones alérgicas o autoinmunes.

Cualquier alteración de la respuesta inmunitaria puede inducir la aparición de reacciones alérgicas o autoinmunitarias. Además, cada vez se dispone de más pruebas de que las infecciones microbianas y la disbiosis (desequilibrio microbiano) son factores esenciales para el desarrollo de alergia y autoinmunidad.

Los científicos participantes en el proyecto financiado con fondos europeos MAARS (Microbes in allergy and autoimmunity related to the skin) estudiaron la dermatitis atópica como modelo de alergia, y la psoriasis como afección autoinmune. El equipo de MAARS recogió muestras cutáneas de los pacientes (frotis y biopsias) con objeto de entender el papel que desempeña el microbioma cutáneo en la patogenia de estas enfermedades.

Mediante una técnica puntera de secuenciación de alto rendimiento de ARN ribosómico 16S se identificaron las distintas bacterias, hongos y virus presentes en estas muestras. También se analizó las rutas reguladas por microbios en la dermatitis atópica y la psoriasis mediante biochips de ADN empleando los datos obtenidos en noventa muestras.

El estudio de los factores inmunitarios involucrados en la dermatitis atópica y la psoriasis incluyó la investigación de mecanismos activadores inducidos por el patógeno y que promueven el inicio de las reacciones cutáneas alérgicas o autoinmunitarias. Esto implicó el análisis del efecto del entorno microbiano sobre las funciones de la célula dendrítica y el papel de las citoquinas secretadas por los linfocitos T.

Los resultados mostraron, por ejemplo, que los lactobacilos producen ácidos grasos de cadena corta, como el butirato. El butirato de sodio regula a la baja la activación de los linfocitos T y regula de manera diferencial las quimioquinas relacionadas con la psoriasis en las células dendríticas.

Se constató que las especies Corynebacterium son proinflamatorias en la psoriasis, mientras que las especies de Lactobacillus pueden resultar antiinflamatorias en ambas afecciones. Además, C. simulans puede contribuir a generar autoantígenos en la psoriasis. El hongo Malassezia induce la expresión de citocinas proinflamatorias y favorece la expresión de genes proinflamatorios.

El elemento traslacional del proyecto incluyó la selección de una serie de membranas y proteínas secretoras como dianas para la producción de anticuerpos. Tras la validación, algunas de estas dianas podrían constituir las bases para el diseño de nuevas vacunas.

Las actividades llevadas a cabo en el proyecto MAARS han abarcado la transcriptómica, la microbiómica y la genética para realizar un análisis multiparamétrico de la alergia y la autoinmunidad. Dadas las proporciones epidémicas de la dermatitis atópica y la psoriasis, así como el coste que suponen para los sistemas sanitarios (sólo la medicación para la psoriasis tiene un coste en el mundo de 3 500 millones de dólares al año), los resultados del estudio serán de gran utilidad, ya que contribuirán al diseño de tratamientos para estas afecciones y quizás otras enfermedades de origen alérgico o autoinmunitario.

publicado: 2016-07-01
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