Muchos son los supermercados y establecimientos de productos saludables
que exponen en sus estantes alimentos y suplementos que supuestamente
aportan diversos beneficios para la salud. La normativa más reciente en
la Unión Europea exige la aportación de pruebas científicas que
sustenten todo anuncio publicitario o etiqueta de producto alimentario
que sugiera un vínculo entre los constituyentes del alimento y la salud,
y por ello en el marco del proyecto financiado con fondos europeos
BIOCLAIMS
(Biomarkers of robustness of metabolic homeostasis for
nutrigenomics-derived health claims made on food) se desarrollaron
indicadores capaces de medir los parámetros relacionados con las
declaraciones de propiedades saludables.
Estos indicadores, llamados biomarcadores, sirven para medir el estado fisiológico normal del organismo a modo de punto basal con el que comparar los cambios fisiológicos acaecidos. Tales cambios, por ejemplo en el metabolismo de una persona, pueden deberse a una enfermedad, a los alimentos ingeridos, a una vacuna o, en efecto, a alimentos y suplementos beneficiosos para la salud.
El equipo de BIOCLAIMS definió y verificó la idoneidad de una serie de candidatos a biomarcadores asociados a la obesidad y a varios otros trastornos metabólicos en estudios con animales y humanos.
Aplicando un método denominado de nutrigenómica, los investigadores examinaron interacciones a nivel molecular entre componentes dietéticos y genes de los individuos participantes. Se encontraron, por ejemplo, candidatos a biomarcadores en las células sanguíneas con los que se podría predecir el riesgo de determinada persona de desarrollar diabetes y otras alteraciones en etapas posteriores de su vida.
También se descubrió que ciertas grasas y lípidos que circulan en el torrente sanguíneo sirven como biomarcadores de un nivel elevado de colesterol. Por otro lado, el perfilado de aminoácidos puede servir para reconocer trastornos metabólicos específicos de cada sexo que conducen a la obesidad. Asimismo, mediante biomarcadores de daño proteico presentes en la orina es posible detectar de forma precoz deficiencias en la función hepática, renal y muscular.
Además de para detectar afecciones, estos y otros marcadores servirán para medir los efectos de determinados componentes de alimentos sobre el estado de salud.
Los investigadores han confirmado que la leptina, hormona que inhibe la sensación de hambre, previene que las crías de ratón desarrollen en etapas posteriores de su vida afecciones crónicas relacionadas con la obesidad. El uso de biomarcadores para determinar qué personas se encuentran en riesgo de desarrollar obesidad permitirá articular intervenciones precoces, por ejemplo, dando un suplemento de leptina a los lactantes.
Los biomarcadores desarrollados en BIOCLAIMS ayudarán a las autoridades, a largo plazo, a comprobar las declaraciones de propiedades saludables referentes alimentos y, además, favorecerán la salud humana al detectar posibles problemas desde una tierna edad.