Ya se han logrado grandes avances en la lucha contra el SIDA, quizás el virus ARN más destacado de los surgidos en el último siglo. No obstante, para muchos virus ARN de nueva aparición o reaparecidos sigue sin haber vacunas ni fármacos. El incremento de los desplazamientos humanos y del transporte comercial, más el cambio climático, el proceso de urbanización y la creciente densidad demográfica, han creado gradualmente y de forma inadvertida unos entornos muy favorables para estos virus.
En el marco del proyecto
SILVER (Small-molecule inhibitor leads versus emerging and neglected RNA viruses) se ha llevado a cabo una amplia investigación dedicada al cribaje de inhibidores moleculares. Sus objetivos eran los virus del grupo prioritario A y también virus del grupo B emergentes y/o relativamente desatendidos.
La inesperada aparición del coronavirus humano —responsable de causar el MERS (MERS CoV)— en Arabia Saudí motivó una respuesta inmediata por parte del comité directivo del proyecto SILVER, como es habitual en su excepcional organización. En consecuencia, éste puso en marcha el procedimiento «Outbreak Pipeline» con objeto de organizar una investigación sobre este virus que podría presentar un alto potencial patogénico. Durante el periplo de SILVER, otros virus que saltaron a los titulares de los medios de comunicación fueron los de Chinkungunya y Ébola.
Una parte esencial del mencionado procedimiento fueron un cribaje —basado en cultivo celular— de colecciones de compuestos y un estudio de enzimas víricas. Como consecuencia, se ha intensificado el interés puesto en la optimización de principios activos, proporcionado diferentes compuestos cabeza de serie para un amplia variedad de virus ARN. Se realizaron estudios de toxicidad y se desarrollaron modelos en vivo.
A partir de más de 700 000 ensayos celulares, se seleccionaron 700 cabezas de serie prometedores y, de ellos, 20 se probaron con fines de prueba de concepto. Los investigadores han identificado y probado el T705, un inhibidor de muy amplio espectro. También se lograron progresos en el desarrollo de dos series de inhibidores frente al virus del dengue y la presentación de una solicitud de patente es inminente.
Para el CoV responsable del MERS, existen diferentes resultados prometedores, todos derivados de una biblioteca de compuestos aprobados por la Agencia Federal Estadounidense de la Alimentación y los Medicamentos (FDA) y que fueron obtenidos gracias a trabajos paralelos previos sobre el CoV causante del SARS. Se suscribió con Novartis un acuerdo de licencia relativo a un inhibidor de enterovirus para su análisis clínico. Se está planteando la posibilidad de licenciar otros dos inhibidores. Ya se han obtenido siete patentes y podrían conseguirse dos decenas más.
Se han publicado 165 artículos revisados por pares y se ha realizado una destacada labor de difusión a través de congresos. Los informes e indicaciones del proyecto han sido aprovechados por numerosos organismos sanitarios. En definitiva, el descubrimiento de los mencionados inhibidores virales efectivos y seguros ayudará a paliar los brotes epidémicos, que tienen un enorme coste social y económico.