Las moléculas de ADN imitadoras como los antineoplásicos del futuro
Un equipo de científicos diseñó moléculas que imitan a la doble hélice de ADN en su forma y características químicas de superficie.
En la célula, muchas proteínas reconocen la forma y las características
de superficie de la molécula ubicua de ADN, y por ello se forman enlaces
ADN-proteína. Las estructuras que imitan el ADN forman estos mismos
enlaces, y los científicos aprovechan este fenómeno para estudiar las
interacciones.
El objetivo del proyecto financiado por la Unión Europea DNAMI (Aromatic oligoamide foldamers as mimics of double helical DNA) era diseñar y crear estas estructuras, y estudiar su utilidad como imitadoras del ADN (DNAMI).
En primer lugar, se diseñaron dos monómeros a base de quinolona diferentes. Se trata de elementos básicos que pueden combinarse para formar una DNAMI. Después se unieron entre sí formándose oligómeros compuestos por dos a dieciséis repeticiones de pares de monómeros. Los científicos también crearon versiones de estos oligómeros solubles en agua.
Otra tarea de DNAMI fue la caracterización física y funcional de los oligómeros. Estructuralmente, los oligómeros eran idénticos a tramos cortos de ADN de no más de ocho pares de bases de longitud.
Para estudiar la imitación funcional, los científicos realizaron ensayos con topoisomerasa (Top1), una proteína de fijación al ADN común. Este ensayo permite medir la inhibición de la fijación al ADN. Los oligómeros creados en DNAMI inhibieron de manera muy satisfactoria la fijación al ADN, lo que demuestra que imitan la función de la hélice de ADN.
Las moléculas sintéticas similares al ADN en su aspecto y comportamiento serán de gran utilidad en futuras investigaciones biológicas. En definitiva, este tipo de molécula podría también servir como antineoplásico pues inhibe las proteínas de fijación al ADN hiperactivas.
publicado: 2016-04-12