El VHC es la principal causa de carcinoma hepatocelular (CHC). La mitad
de los pacientes infectados con el VHC no responden al tratamiento
convencional y corren el riesgo de desarrollar cirrosis y CHC. Por
tanto, comprender mejor la biología del VHC es de gran importancia para
determinar la patología del CHC y diseñar tratamientos novedosos.
Durante la replicación del virus fuera de la célula infectada, este adquiere proteínas celulares del hospedador. Un gran número de indicios apuntan a que estas proteínas del hospedador están implicadas en las fases de replicación y liberación del ciclo de multiplicación viral.
El objetivo del proyecto financiado por la Unión Europea
HCV-BOUND PROTEINS (Hepatitis C virus virion-bound proteins: identification in clinical samples and in vitro dissection of their importance in the viral life cycle) era identificar estas proteínas del hospedador a partir de muestras clínicas. Gracias al empleo de análisis proteómicos, los socios del consorcio descubrieron que la fosfatasa FIG4 es una de las enzimas implicadas en la infectividad del VHC.
Curiosamente, los investigadores descubrieron que, para aumentar su infectividad específica, el VHC adquiere Netrin-1, una potente molécula carcinógena. En este sentido, se descubrió que la expresión de Netrin-1 era mayor en biopsias de hígados infectados y estaba correlacionada con la replicación del virus. Los investigadores también observaron que Netrin-1 favorecía la entrada del virus mediante el aumento de la activación y el reciclaje del receptor del factor de crecimiento epidérmico, que está alterado en el CHC.
El proyecto también prestó especial atención al desarrollo de una herramienta in vitro que sintetiza el microambiente hepático antes de la infección. Esto debería ayudar a determinar las interacciones tempranas del VHC así como la dependencia de la infectividad del virus.
En conjunto, el proyecto HCV-BOUND PROTEINS ha proporcionado conocimientos novedosos sobre la biología del VHC y el papel de las proteínas del hospedador en su infectividad. Es más, dado que las proteínas del hospedador son genéticamente estables, estas podrían servir como potentes dianas farmacológicas para terapia.