La aterosclerosis consiste en la deposición de materiales grasos y
fibrosos en las paredes arteriales y su fase asintomática se prolonga
durante muchos años. La aterosclerosis sintomática suele representar una
fase avanzada de la afección que da origen a una enfermedad
cardiovascular. En la actualidad, no se dispone de marcadores tempranos
para este trastorno que puedan emplearse en la práctica clínica de forma
habitual.
El proyecto
COMBI-BIO (Development of combinatorial biomarkers for subclinical atherosclerosis), dotado con fondos de la UE, abordó la apremiante necesidad clínica de contar con fórmulas para la predicción y el diagnóstico precoz de esta enfermedad. Este proyecto, de dos años de duración, contó con la participación de expertos de talla mundial de cuatro países europeos y los Estados Unidos pertenecientes a los ámbitos de la cardiología, la bioestadística, la bioinformática, el fenotipado metabólico y en materia de enfermedades cardiovasculares.
Los investigadores evaluaron la composición de moléculas pequeñas de diversos metabolitos en muestras humanas de suero sanguíneo en busca de biomarcadores de aterosclerosis subclínica. COMBI-BIO analizó un total de ocho mil muestras de suero procedentes de cohortes epidemiológicas de Reino Unido, Países Bajos y Estados Unidos. Las evaluaciones de cada paciente incluyeron la medición de dos parámetros relacionados con enfermedades arteriales presintomáticas, en concreto la calcificación de las arterias coronarias (CAC) y el grosor íntima-media (GIM) carotídeo. En el estudio se tuvieron en cuenta otros datos relevantes, como la edad, el sexo, el origen étnico, el consumo de tabaco, la tensión arterial, el colesterol LDL y HDL, la administración de medicación para la hipertensión o los lípidos, y los antecedentes de diabetes.
Para el fenotipado metabólico se empleó una combinación de la espectroscopía de resonancia magnética nuclear (RMN) de protón y la cromatografía de líquidos de alto rendimiento (UPLC)-espectrometría de masas (EM). Para caracterizar las señales metabólicas descubiertas y, así, identificar metabolitos desconocidos, se recurrió a diversos métodos, entre ellos el análisis multivariante de datos quimiométricos, correlaciones con datos de estudios de asociación de genoma completo (GWAS) y varias otras técnicas experimentales.
Los datos resultantes representan uno de los mayores conjuntos coherentes de datos de fenotipado metabólico jamás conformados. El análisis reveló una significativa relación entre muchos de los biomarcadores metabólicos y la CAC y el GIM, lo que a su vez los vinculó con los factores de riesgo establecidos para las cardiopatías. También se incluyeron en el estudio los perfiles espectroscópicos de unas trescientas muestras de suero pertenecientes a personas que, a posteriori, padecieron un infarto de miocardio o una apoplejía.
Aplicando un método doble de descubrimiento y validación, y recurriendo a la RMN y la EM, COMBI-BIO analizó biomarcadores metabólicos de la aterosclerosis subclínica. Los resultados derivados del estudio pueden aportar un mayor conocimiento sobre las vías de esta enfermedad, incrementando las opciones clínicas para la identificación de la aterosclerosis, así como para la intervención ante estos casos.