No cabe duda de que la epidemia actual de obesidad no tiene un origen
exclusivamente genético, pero siguen sin concretarse las alteraciones
desfavorables del entorno y el estilo de vida que pueden ser
desencadenantes de obesidad, así como otros trastornos vinculados. La
nutrición durante los primeros años de vida ejerce un efecto clave en la
salud futura y podrá estar relacionada con el riesgo de obesidad.
Un proyecto de cinco años de duración llamado,
EARLYNUTRITION (Long-term effects of early nutrition on later health), financiado con fondos comunitarios, está investigando esta correlación en un conjunto de diversos grupos de edad formado por más de 470 000 individuos. Las poblaciones objeto de estudio incluyen mujeres antes del embarazo, mujeres embarazadas, bebés y niños de corta edad. Junto con los enfoques epidemiológicos y de intervención, otros métodos avanzados de bioinformática, epigenética y metabolómicos están brindando información también a nivel celular y molecular.
Entre los ejes principales de estudio, el proyecto está analizando los mecanismos de la programación de la nutrición temprana mediante el seguimiento de grupos de personas en distintas edades de la infancia, la adolescencia y la edad adulta. Por ejemplo, las evidencias obtenidas ponen de relieve que una mayor adiposidad en la infancia está asociada a insuficiencia de vitamina D materna y a niveles menores de actividad en los niños.
EARLYNUTRITION estableció un vínculo entre la carga glucémica de la dieta en las primeras fases del embarazo (no en posteriores) y la adiposidad en la infancia. Asimismo, se descubrió que un crecimiento mayor de la circunferencia abdominal durante los primeros años de vida es atribuible a una presión sanguínea más alta en la infancia. Los datos que actualmente se están estudiando extraídos de importantes grupos de edad pondrán de relieve los efectos a largo plazo que ejercen el incremento del peso de la madre durante el embarazo, la composición corporal y el consumo de tabaco sobre la adiposidad y la comorbilidad de los hijos.
Además, también se están recopilando y analizando datos de modelos animales y muestras de placentas. De esta forma, los estudios in vitro mediante perfusión de placentas están proporcionando informaciones valiosas sobre los mecanismos biológicos del transporte de ácidos grasos, y por medio de un enfoque de micromatriz se está analizando una diferencia en la expresión del gen diana en placentas humanas y animales de madres obesas y esbeltas. Por ejemplo, en el caso de los roedores, la obesidad materna se asocia a un proceso anormal de homeostasis de glucosa. Los nuevos datos obtenidos sugieren que las intervenciones en la dieta y el ejercicio de la madre pueden influir de forma favorable en el fenotipo de sus hijos.
La recomendaciones actuales que se proporcionan a mujeres embarazadas, sobre todo obesas, y a niños de corta de edad no tienen en cuenta el efecto que ejerce la nutrición a largo plazo sobre la salud. El proyecto EARLYNUTRITION está revisando las pruebas para proporcionar recomendaciones mejoradas sobre la nutrición antes y durante el embarazo, el periodo de lactancia y la infancia, con especial atención a la evolución de la salud en fases posteriores. Todas estas recomendaciones actuales, junto con las últimas conclusiones de la investigación se están traduciendo además en aplicaciones prácticas por parte de la
Early Nutrition eAcademy plataforma de formación en línea creada para potenciar la educación médica continua de profesionales internacionales de la atención sanitaria. Por último, en la segunda conferencia de EarlyNutrition, que se celebrará en octubre de 2016,
The Power of Programming 2016 se presentará una serie de investigaciones innovadoras en el campo, junto con los objetivos alcanzados por el proyecto.