Saber más sobre la propiocepción

La propiocepción es el sentido que informa al organismo de la posición y el movimiento de las extremidades a través de complejas señales que se procesan en el sistema nervioso central. Unos investigadores financiados con fondos europeos estudian el procesamiento interno de estas señales en el sistema nervioso central (SNC) durante la propiocepción.

Para que funcione adecuadamente, la propiocepción necesita una entrada de señales en el SNC procedentes de varias fuentes tales como receptores cutáneos y musculares o de los sentidos (visión, olfato y sistema vestibular del oído). A continuación, el SNC procesa estas señales para generar órdenes de movimiento precisas.

En el proyecto «Brain mechanisms of human limb movement sense» (BRAINPROP) se investigó el papel de la corteza motora primaria en el procesado cerebral de la propiocepción. Se emplearon las técnicas de resonancia magnética funcional (RMf) y estimulación magnética transcraneal (EMT) a fin de conocer los mecanismos de procesamiento de la información en el SNC.

Los experimentos realizados con EMT en músculos de la mano mostraron diferencias en su representación propioceptiva dentro de la corteza motora, lo cual sugiere que dicha representación depende de la tarea y la posición.

En los experimentos con RMf se utilizó una técnica de análisis de patrones multi-vóxel (MVPA) para obtener información durante la activación de la corteza motora tras movimientos pasivos de las manos. A diferencia del modelo lineal general utilizado habitualmente, con el MVPA se logró diferenciar los distintos patrones de activación en las zonas motoras para las diferentes posiciones de manos. De esta forma, se obtuvo información novedosa sobre la actividad de la corteza motora relativa a la capacidad de sentir la posición de las manos durante los movimientos de flexión y extensión.

Otro experimento interesante fue colocar un brazalete alrededor del brazo de los participantes para producir una parálisis temporal del antebrazo durante los análisis con RMf. Una vez paralizado el antebrazo se pidió a los participantes que utilizaran la mano en cuestión para empujar con diferentes grados de fuerza. Las imágenes revelaron que, a pesar de la ausencia de señales procedentes de la piel y los músculos, las señales motoras fueron suficientes para activar las representaciones propioceptivas en la corteza motora.

Los resultados del proyecto permitieron conocer mejor el procesamiento de las señales propioceptivas en el SNC que permiten al organismo tener una conciencia precisa de la posición y el movimiento. Estos datos podrían tener un valor incalculable para la rehabilitación de pacientes que han sufrido un ictus o tienen una prótesis.

publicado: 2015-07-29
Comentarios


Privacy Policy