Un consorcio científico financiado por la Unión Europea está desarrollando un sistema de análisis basado en pruebas de punto de uso (point-of-use test, POUT) que tendrá aplicaciones para los sectores sanitario, veterinario y agroalimentario. Todas ellas se podrán modificar en el punto de fabricación. Se ha creado un papel a base de fibra, o sustrato de cartulina, que ha proporcionado la base innovadora para lograr una técnica de diagnóstico de bajo coste y rápida.
El mercado del diagnóstico in vitro alcanza actualmente unos 42 000
millones de euros y abarca aplicaciones que van desde la medicina
personalizada o el cribado de animales hasta aplicaciones
agroalimentarias. Por este motivo existe un gran interés en reducir los
costes de dichas pruebas al tiempo que se mejora la sensibilidad y se
acorta el tiempo de espera para la obtención de resultados.
Reuniendo a siete socios del mundo académico, un centro de investigación técnica, una pyme de ingeniería y otras tres pymes con una gran experiencia en técnicas de diagnóstico, el proyecto «A new generation of fibre-based diagnostic sensors» (
BIOGNOSTIX) ha conseguido precisamente ese objetivo.
La actual tasa de eficacia de los medicamentos humanos para afecciones como el asma, la diabetes, la artritis reumatoide y el cáncer oscila entre 25 y 60 %. Por lo tanto, existe una clara necesidad de determinar los beneficios de un medicamento en un individuo antes de recetarlo, a fin de mejorar la atención sanitaria a nivel mundial adaptando el tratamiento a cada persona.
BIOGNOSTIX ha proporcionado varias series de herramientas que combinan bioquímica, microfluídica, impresión por chorro de líquido y una plataforma tecnológica novedosa de tinta inmune. En conjunto, permiten realizar ensayos multiplex rápidos en dispositivos analíticos desechables de papel. Se han creado biomarcadores clave con énfasis en los que poseen interés comercial. Un lector diagnóstico a escala de laboratorio interpreta las señales generadas en un chip y el software asociado permite la modificación para nuevas etiquetas.
Los gastos médicos asociados al tratamiento de enfermedades transmitidas por los alimentos alcanzan más de 6 000 millones de euros anuales en la UE. La detección precoz de toxinas en los diferentes niveles que conforman el procesamiento y la producción de alimentos ayudaría a evitar que productos contaminados entren en la cadena alimentaria. BIOGNOSTIX conjugó anticuerpos policlonales anti-salmonella en partículas de tinta y desarrolló un nuevo inmunoensayo, un ensayo inmunosorbente tipo sándwich vinculado a enzimas, para la detección de salmonella. También se desarrolló un nuevo protocolo de preparación rápida de muestras para detección de salmonella.
La adaptabilidad y la rentabilidad de los sensores BIOGNOSTIX ponen a tiro aplicaciones en dispositivos de diagnóstico médico, detección veterinaria de enfermedades e identificación de patógenos en la cadena alimentaria. Las pruebas en el punto de uso, que previamente se limitaban al laboratorio, reducirán costes. Además, habrá una reducción en los costes sanitarios gracias a métodos de diagnóstico y seguimiento más eficientes, localizados, personalizados y preventivos.
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