La desregulación de los depósitos de grasa corporal en enfermedades óseas
Los investigadores de un proyecto financiado por la Unión Europea han estudiado el vínculo entre la desregulación de los depósitos de grasa corporal y enfermedades óseas degenerativas y metabólicas como la osteoartritis (OA) y la osteoporosis (OP). En este sentido, los experimentos llevados a cabo en el marco del proyecto han proporcionado novedosos conocimientos.
La OA es una enfermedad degenerativa de las articulaciones caracterizada por la pérdida de cartílago articular y la remodelación ósea. La OP es una enfermedad ósea progresiva donde los pacientes presentan una disminución de la densidad ósea y, por tanto, tienen un mayor riesgo de sufrir fracturas de hueso.
Por primera vez, los investigadores estudiaron el efecto de los principales componentes del sistema de transporte de lípidos y de lipoproteínas en la patogénesis de la OA y de la OP. Bajo los auspicios del APOEOSTEOARTHRITIS, los investigadores emplearon modelos experimentales de ratón para estudiar el papel de la apolipoproteína E (apoE), la apoA-I y la lecitina-colesterol-acetiltransferasa (LCAT).
Los ratones fueron sometidos a una dieta de tipo occidental (WTD), que es rica en grasas. Los resultados mostraron de manera clara que la apoE no tiene efectos en el desarrollo de la OA. Sin embargo, ratones deficientes para la apoE sí que sufrieron una reducción de su masa ósea después de ser sometidos a una dieta WTD de larga duración. La evaluación de la médula ósea también reveló una menor función osteoblástica y una disminución de los enlaces entrecruzados entre las moléculas de colágeno, así como una mayor actividad osteoclástica. Esto sugiere que la falta o ausencia de apoE aumenta la predisposición a sufrir fracturas y OP.
Posteriormente, los investigadores estudiaron el papel de la LCAT y de la lipoproteína de alta densidad (HDL) apoA-I en la OA empleando ratones transgénicos deficientes para estas dos proteínas. La LCAT es una enzima fundamental para la regulación de la grasa en el plasma sanguíneo. La HDL apoA-I es el principal activador catalítico de la LCAT.
Tanto los ratones deficientes para la LCAT como los ratones deficientes para la apoA-I sometidos a una dieta de tipo WTD presentaron una mayor propensión a desarrollar OA debido a su incapacidad para producir HDL maduras. Estos ratones también padecieron un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Curiosamente, al contrario de los ratones deficientes para LCAT, los ratones deficientes para apoA-I presentaron una severa reducción de la masa ósea y un menor número de enlaces entrecruzados entre las moléculas de colágeno. Esto sugiere que la apoA-I tiene una función de protección y que su deficiencia aumenta la predisposición a padecer OP y sufrir fracturas óseas. Los investigadores también descubrieron que aquellos ratones deficientes para apoE, apoA-I y LCAT eran más propensos a padecer la enfermedad del hígado graso no alcohólico inducida por la dieta.
Las actividades de investigación del proyecto APOEOSTEOARTHRITIS han proporcionado conocimientos de gran valor sobre la patogénesis de la OA y de la OP. Gracias a estos, ahora se pueden considerar novedosas intervenciones terapéuticas como la terapia génica para la deficiencia de apoA-I y otras intervenciones basadas en lípidos para tratar determinadas enfermedades hepáticas. También podrían llevarse a cabo estudios similares para desvelar la patogénesis del cáncer de huesos.
publicado: 2015-05-18