Una correcta higiene dental previene los ataques cardíacos
La boca está plagada de bacterias que, en su mayoría, resultan inofensivas. No obstante, unos científicos dotados con financiación de la Unión Europea han demostrado que, con frecuencia, llegan a las arterias y permanecen latentes hasta que algún desencadenante las activa, en cuyo caso desempeñan un papel en la incidencia de ataques cardíacos.
El Consorcio Instituto Catalán de Ciencias Cardiovasculares (ICCC) se encuentra entre los primeros en demostrar la relación entre bacterias latentes invasoras y el tejido degenerativo en paredes arteriales. Los científicos del ICCC también desarrollaron un método pionero para aislar y cultivar patógenos bacterianos a partir de los tejidos de un paciente.
Recientemente, el grupo completó el trabajo relativo a un estudio financiado por la UE y centrado en pacientes sometidos a intervenciones quirúrgicas a causa de una obstrucción arterial. Los resultados del proyecto «Discovery of atherosclerosis microbiome: Systems biology of cardiovascular pathogenesis» (CARDIOMICROBIOME) apuntan a la existencia de un ambiente microbiano diferente en el tejido aterosclerótico del que se encuentra en tejidos vasculares sanos. Esto podría explicar en parte el porqué de que la incidencia de la aterosclerosis no se ajuste siempre al perfil de un paciente que padezca hipertensión, hiperlipidemia, diabetes o tabaquismo.
En particular, el uso de avanzadas pruebas moleculares permitió demostrar por primera vez que en el tejido aterosclerótico se encuentra una gran cantidad de especies de bacterias en comparación con una muestra similar de tejido sano del mismo paciente. Se sabe que las especies bacterianas en cuestión inducen la coagulación de la sangre. Esto sugiere un modelo en el que, al contrario de lo que ocurre en la boca, las bacterias permanecen relativamente inadvertidas en las arterias durante un gran lapso de tiempo, provocando una inflamación crónica leve. En algún momento, un desencadenante —aún no identificado— propicia que las mismas estén involucradas en ataques cardíacos o infartos.
Los datos también respaldan los resultados previos obtenidos por el mismo grupo de investigación que sugerían la presencia de bacterias periodontales en las arterias carótidas (dos grandes vasos situados en el cuello que suministran sangre desde el corazón hasta el cerebro). De esta forma, podría existir una relación entre la higiene bucal y diversas enfermedades que afectan al cerebro tales como accidentes cerebrovasculares isquémicos y enfermedades neurodegenerativas. Se trata de una cuestión que requiere de una investigación en mayor profundidad.
Los frutos derivados del trabajo de CARDIOMICROBIOME son relevantes por una serie de razones. La relación entre la higiene bucal y la salud cardiovascular ofrece una fórmula sencilla para prevenir las enfermedades cardiovasculares a través de un mejor cuidado de dientes y encías. La identificación de las bacterias presentes en las placas arteriales abre la senda para el uso de antibióticos en el tratamiento de la aterosclerosis. Por último, haber demostrado la existencia en la sangre de especies bacterianas bucales pone de relieve la posibilidad de que dichas bacterias se asienten en prácticamente cualquier parte del organismo humano.
El proyecto ha dado respuesta a cuestiones significativas y, tal y como debería hacer toda investigación de calidad, ha identificado nuevos interrogantes y determinado la dirección de futuros estudios. En el ámbito práctico, no se puede subestimar el potencial de estos hallazgos para reducir costes sanitarios y el nivel de morbilidad entre la ciudadanía.
publicado: 2015-05-14