Investigar los músculos para aprender sobre la resistencia al cáncer

La actividad física mejora la esperanza de vida de los pacientes con cáncer y se correlaciona con una menor incidencia de muchos tipos de cáncer, pero apenas se conoce el mecanismo inherente a esta correlación. El concepto de que los músculos secretan moléculas bioactivas (miocinas) es relativamente nuevo y abre la puerta a opciones muy interesantes. Es posible que la protección contra el cáncer y el retraso de su progresión en el organismo que se atribuye al ejercicio se deba a la secreción de miocinas que tiene lugar durante la actividad física.

El objetivo del proyecto financiado por la Unión Europea MUSCLEANDCANCER, puesto en marcha en Italia, es comprender la relación entre la pérdida de masa muscular y el cáncer, y encontrar nuevas moléculas antineoplásicas en músculos sometidos a ejercicio.

Los primeros resultados describen los elementos de la cascada de señalización de la caquexia. La caquexia es una pérdida de masa muscular severa que afecta a la mayoría de los pacientes enfermos de cáncer. Se investiga una vía específica de los músculos con caquexia para comprender su función durante la misma. Se realizan pruebas a agonistas y antagonistas para esta vía a fin de estudiar sus efectos contra la caquexia asociada al cáncer.

Uno de los dos estudios que emplearon modelos de ratones con caquexia in vivo arrojó resultados muy auspiciosos. En nueve a doce días se observó caquexia en ratones a los que se habían inyectado células de adenocarcinoma de colon. Tras la disminución de la expresión del ligando del receptor, el agonista inverso de la vía produjo atrofia de los miotubos. Continúan los estudios in vivo.

Está en curso la búsqueda de miocinas antineoplásicas. El objetivo es comprender cuál es el tipo de ejercicio (de resistencia y/o fuerza) que retrasa el crecimiento del tumor. Un verdadero hito sería encontrar la relación directa que existe entre la disminución de la secreción de miocina en los músculos atrofiados y la aceleración de la progresión del cáncer. El aislamiento de la miocinas antineoplásicas será muy favorable para los pacientes enfermos de cáncer, especialmente para aquellos que no pueden realizar actividad física. El proyecto finalizará en mayo de 2016.