Ser el mejor en algo no significa
necesariamente que no se pueda seguir mejorando. Tomemos el ejemplo de
los sistemas sanitarios europeos: con la mayoría de los planes
nacionales situados entre los treinta primeros en el Informe sobre Salud
Mundial, uno pensaría que nuestros pacientes son los más felices del
mundo. Pero, ¿es realmente así?
Un estudio realizado por investigadores en el marco del proyecto
QUALICOPC, recientemente publicado por la Organización Mundial de la
Salud, se centró en responder a esta pregunta. Juntos encuestaron a unos
69 201 pacientes de treinta y un países europeos además de Australia,
Canadá y Nueva Zelanda, todos ellos afectados por enfermedades que
requerían un tratamiento a largo plazo. Se pidió a los pacientes que
relatasen su experiencia más reciente con un médico generalista,
calificando la atención recibida según cinco criterios:
accesibilidad/disponibilidad, continuidad, exhaustividad (si el médico
preguntó a su paciente sobre otros problemas), participación del
paciente y comunicación entre médico y paciente.
Con estos datos, el equipo quiso averiguar si existe margen de
mejora en los países en los que se realizó la encuesta. Ese margen se
calculó multiplicando la proporción de experiencias negativas de los
pacientes por la puntuación media de la importancia en cada país.
Después se dividieron las puntuaciones en margen de mejora bajo, medio y
alto y se realizaron correlaciones por pares entre las puntuaciones de
mejora y tres dimensiones del sistema de atención primaria, a saber,
gobernanza, condiciones económicas y desarrollo de los trabajadores.
Los resultados llevaron a la conclusión general de que la
«accesibilidad y continuidad de la atención apuntan a un margen de
mejora relativamente reducido, mientras que en muchos países señalaron
la exhaustividad como aspecto prioritario». Nueve países arrojaron un
nivel moderado de margen de mejora en cuanto a la participación de los
pacientes en la toma de decisiones sobre el tratamiento, y en todos los
países se obtuvo un resultado positivo en cuanto a la comunicación entre
médico y paciente.
Entre todos los países en los que se realizaron las encuestas, ocho
obtuvieron un margen de mejora bajo en todos los elementos, lo que
indicaba experiencias positivas de los pacientes. Estos son Bélgica,
Irlanda, Letonia, Luxemburgo, Suiza, Australia, Canadá y Nueva Zelanda.
Sin embargo, este margen de mejora percibido por el paciente no refleja
totalmente la solidez global del sistema de atención primaria, sobretodo
en Suiza y Luxemburgo, siendo bastante débil en este último. Por lo
demás, los resultados de QUALICOPC confirman en gran medida la hipótesis
de que un sistema de atención primaria sólido está relacionado con una
asistencia más orientada a la persona.
El objetivo principal de QUALICOPC fue evaluar la atención primaria
en Europa en función de criterios de calidad, equidad y costes. Con este
fin, los miembros del proyecto han pasado cuatro años reuniendo
información sobre diferentes parámetros y estrategias nacionales de
atención primaria relacionada con objetivos generales del sistema
sanitario, calidad de los servicios prestados y calidad de la atención
primaria tal y como la perciben los pacientes.