Solo en Europa, la EII afecta aproximadamente a entre dos y tres 
millones de personas, causando un malestar y sufrimiento considerable. 
En su manifestación más grave, como la enfermedad de Crohn, requiere 
intervención quirúrgica y con frecuencia tiene un pronóstico poco 
favorable. En la actualidad está ampliamente aceptado que se podría 
obtener un mejor resultado clínico por medio de un diagnóstico rápido y 
un tratamiento temprano.
Esto requiere el descubrimiento de biomarcadores específicos tanto 
para la diagnosis como para la estratificación de pacientes en función 
de la severidad de la enfermedad. Teniendo todo esto en cuenta, los 
investigadores del proyecto financiado por la Unión Europea «Diagnostic 
and prognostic biomarkers for inflammatory bowel disease IBD-BIOM» (
IBD-BIOM) han unido esfuerzos para identificar biomarcadores para la EII.
Empleando un gran número de muestras previamente almacenadas en un 
biobanco, el objetivo es combinar la información fenotípica de los 
pacientes con datos ómicos. Las muestras de los pacientes se someterán a
 análisis epigenético, glicólico, glicoproteómico y activómico. A nivel 
epigenético, los investigadores esperan identificar a lo largo del 
genoma cambios en la metilación del ADN vinculados con una expresión 
genética alterada en diferentes estadios de la manifestación de la EII.
Empleando la cromatografía líquida de alta resolución y la técnica 
de espectrometría de masas, los socios del proyecto IBD-BIOM también 
analizarán la glicosilación de las moléculas IgC del plasma y la 
vincularán con la inflamación en la EII. Los datos preliminares señalan 
que el patrón de glicosilación de las IgG cambia en respuesta a la 
inflamación. También se realizará un análisis parecido para las 
proteínas glicosiladas diferencialmente a partir de muestras de 
intestino de pacientes con EII. Hasta el momento, se han identificado un
 número significativo de eventos relacionados con la EII y estos están 
siendo investigados en detalle.
Un logro importante del proyecto es el desarrollo de la activómica, 
una nueva técnica para el descubrimiento de biomarcadores establecida 
por uno de los socios del proyecto IBD-BIOM. La activómica analiza las 
enzimas responsables de las modificaciones post-translacionales 
(fosforilación, glicosilación o proteolisis). Durante la inflamación se 
detectan niveles elevados de proteasas, pero hasta el momento no se sabe
 con certeza cómo este fenómeno está vinculado con la aparición y 
desarrollo de la EII.
Combinando información genética, epigenética y glucómica, los socios
 del consorcio IBD-BIOM esperan descubrir biomarcadores que están 
relacionados con las diferentes etapas de la EII. Además, se están dando
 a conocer las actividades del consorcio por medio de la página web del 
proyecto, donde diferentes vídeos de pacientes proporcionan un 
testimonio adicional sobre cómo es la convivencia con la EII.