Nuevas mutaciones en el melanoma

Melanoma, fot. public domain
El melanoma es uno de los cánceres más frecuentes y presenta una alta tasa de morbilidad. Cerca del 60 % de los casos presentan mutaciones en la quinasa BRAF (en la posición 600), pero se cree que son necesarios eventos genéticos adicionales para que se produzca la transformación maligna.
 
El melanoma metastásico maligno tiene un mal pronóstico y, aunque 
determinados inhibidores que actúan de manera específica frente a la 
quinasa BRAF mutada han demostrado tener eficacia clínica, la 
resistencia adquirida obstaculiza el potencial curativo de estas 
estrategias. Sin embargo, el descubrimiento de mutaciones transformantes
 es complicado por la gran cantidad de mutaciones pasajeras causadas por
 la exposición a radiación ultravioleta.
Con el objetivo de abordar este problema, los investigadores del 
proyecto financiado por la Unión Europea «Gene discovery in melanoma 
progession and therapeutic resistance» (MELANOMA GENES) emplearon un 
modelo experimental de ratón de la enfermedad. Este ratón transgénico 
portaba la proteína humana BRAF mutada específicamente en melanocitos y 
presentaba hiperpigmentación de la piel y la formación de melanoma.
El largo periodo de latencia antes de la aparición del cáncer en 
este ratón ofrece una situación ideal para la detección de mutaciones 
modificadoras. Los investigadores cruzaron este modelo de ratón con el 
modelo de ratón que porta el transposón «Sleeping Beauty», una secuencia
 de ADN capaz de saltar entre posiciones a lo largo del genoma. Estos 
observaron un incremento significativo de la tumorogénesis y analizaron 
los sitios de inserción del transposón para identificar los genes 
responsables de este fenómeno.
Se identificó un conjunto de genes con papeles establecidos en la 
formación del melanoma. El gen amplificador de polycomb 1 (EPC1) fue uno
 de los genes alterados más comunes y, dada su implicación en otros 
cánceres, los investigadores decidieron explorar en detalle su papel 
como supresor tumoral en el melanoma. La supresión de la expresión del 
gen EPC1 afectó de manera significativa a la proliferación y a la 
transformación de células del melanoma.
Posteriormente, los socios del consorcio se propusieron determinar 
los genes responsables de la aparición de resistencia farmacológica. En 
este sentido, estos trataron ratones con melanoma con un inhibidor de la
 quinasa BRAF y esperaron a que aparecieran tumores resistentes a 
fármacos. Gracias a la secuenciación genómica se identificaron ocho loci
 que estaban mutados tras el tratamiento farmacológico. La evaluación 
funcional de estos genes señaló la implicación de la ruta Pi3K en la 
aparición de resistencia farmacológica.
Aparte de proporcionar conocimientos fundamentales sobre la 
etiología genética del melanoma, los descubrimientos del proyecto 
MELANOMA GENES tienen importantes implicaciones clínicas. Además, se 
espera que estos conduzcan la investigación y el desarrollo de fármacos 
hacia una nueva generación de medicamentos frente al melanoma con mejor 
eficacia clínica y mínima resistencia farmacológica.
publicado: 2015-03-26