La retinopatía del prematuro (ROP) es una de las causas principales de 
ceguera en aquellos bebés que reciben cuidados intensivos tras un parto 
pretérmino. A nivel mundial, la estadística muestra que casi un 40 % de 
los casos de ceguera perinatal se pueden achacar a la ROP. El origen de 
la ROP parece radicar en el desarrollo anormal de los vasos sanguíneos 
de la retina y, en los últimos cincuenta años, los únicos tratamientos 
disponibles han sido el láser y la crioterapia.
Sin embargo, estos métodos destruyen la periferia de la retina y 
suelen provocar pérdida de la visión periférica, por lo que existe la 
necesidad acuciante de encontrar nuevos tratamientos o medidas 
preventivas. Esta cuestión se está abordando en el marco de la 
iniciativa «New approach to treatment of the blinding disease 
Retinopathy of Prematurity (ROP)» (
PREVENTROP), financiada con fondos de la UE.
La estrategia preventiva se basa en la sustitución de los factores 
intrauterinos que se ven alterados cuando el bebé nace de forma 
prematura. Una de estas moléculas es el factor de crecimiento insulínico
 tipo 1 (IGF-1), y los trabajos preparatorios apuntan a que devolver el 
IGF-1 a niveles normales evitaría la aparición de la ROP.
El objetivo general del estudio PREVENTROP es evaluar este 
planteamiento terapéutico en modelos animales para después llevar a cabo
 ensayos clínicos en los que valorar la seguridad, la farmacocinética y 
la farmacodinámica de la administración de IGF-1. Por el momento, el 
consorcio se ha puesto manos a la obra para evaluar su eficacia 
administrando el factor de crecimiento hasta que la producción endógena 
alcance niveles normales.
La evaluación continua de distintos parámetros ha permitido 
determinar una dosis segura de IGF-1 para bebés prematuros que comenzará
 a utilizarse en un ensayo multicéntrico a nivel europeo. Asimismo, los 
socios del proyecto han diseñado un nuevo método para medir con rapidez 
los niveles en sangre de IGF-1 con una muestra muy pequeña.
El resultado del proyecto PREVENTROP ha sido la creación de un 
medicamento huérfano diseñado para tratar la ROP en bebés prematuros. A 
la vista del carácter destructivo de las intervenciones actuales y 
teniendo en cuenta que la deficiencia visual es un problema que persiste
 de por vida, este nuevo fármaco se perfila como un método más eficaz 
para detener la progresión de la enfermedad.