Un equipo internacional de
investigadores ha publicado un artículo donde se describe de manera
precisa el mapa más completo hasta la fecha sobre las interacciones
entre proteínas. El nuevo mapa abarca unas catorce mil interacciones
entre pares de proteínas y es al menos cuatro veces más grande que
cualquier otro mapa anterior de este tipo. Según Lab Product News,
contiene más interacciones de alta calidad que todos los estudios
previos juntos.
Este tipo de identificación de las interacciones entre proteínas
podría ayudar a los investigadores a comprender cómo funcionan las
células a un nivel molecular y, en último término, ayudar a identificar
algunos de los genes implicados en el desarrollo del cáncer. Codirigido
por Frederick Roth de la Universidad de Toronto y por Marc Vidal de la
Escuela de Medicina de Harvard, el estudio es la culminación de años de
investigación en el interactoma humano, un mapa completo de cada una de
las interacciones entre pares de proteínas en humanos con el objetivo de
desarrollar este nuevo mapa.
La identificación de las interacciones entre proteínas es casi como
crear un manual sobre el funcionamiento de la célula humana. En una
entrevista concedida a Scientific American, Roth estableció una analogía
entre su trabajo y el de un mecánico que dispone de una lista de los
componentes de un coche pero no tiene idea de cómo estas piezas están
interconectadas: «Esto nos lleva desde un simple borrador de una lista
de componentes, sin ningún orden en concreto, a una lista con los pares
de piezas. Ahora podemos empezar a comprender cómo estas encajan entre
sí».
En Scientific American se añade: «Roth estima que el nuevo mapa
captura entre el cinco y el diez por ciento de todas las interacciones
entre proteínas en células humanas. Esto puede no parecer mucho, pero el
último gran avance en el interactoma humano fue hace casi una década,
cuando Roth publicó el primer mapa con solo unas tres mil interacciones
entre proteínas».
Los investigadores emplearon experimentos de laboratorio para
identificar las interacciones entre proteínas y, posteriormente, se
valieron de modelos informáticos para localizar de manera precisa
proteínas vinculadas con una o más proteínas cancerosas.
En declaraciones a Lab Product News, Roth destacó que esta es la
primera vez que un estudio ha demostrado que las proteínas cancerosas
son más propensas a interrelacionarse entre sí que a conectarse de
manera aleatoria con proteínas no cancerosas. En sus propias palabras:
«Una vez que ves qué proteínas vinculadas con la misma enfermedad tienen
más probabilidad de estar interrelacionadas entre sí que con otras
proteínas, ya puedes emplear esta red de interacciones como una
herramienta predictiva para descubrir nuevas proteínas cancerosas y los
genes que las codifican».
Scientific American destaca las aplicaciones inmediatas de este
descubrimiento en la investigación del cáncer: «Unos estudios han
vinculado el gen MAPK1IP1L con la formación de tumores en ratones, pero
no se ha estudiado en detalle y la proteína que codifica este gen no
está descrita actualmente como una proteína cancerosa en humanos. El
estudio de Roth descubrió que la proteína codificada por el gen
MAPK1IP1L interactúa con al menos tres proteínas cancerosas conocidas.
Esto no quiere decir necesariamente que el gen MAPK1IP1L es un gen
canceroso, pero sí sugiere una vía para la investigación futura».
Para más información, consulte:
http://www.cell.com/cell/abstract/S0092-8674%2814%2901422-6