El proyecto ENDOSTEM logró progresos
notorios en el empleo de células madre endógenas contra la enfermedad
muscular degenerativa. El equipo al cargo se ha enfrentado a distintos
obstáculos que no le han impedido sentar las bases para desarrollar
nuevas estrategias terapéuticas.
La distrofia muscular (MD) es un tipo de enfermedad muscular
degenerativa. Una de sus formas más comunes es la distrofia muscular de
Duchenne, que afecta a uno de cada tres mil quinientos niños en todo el
mundo, según el consorcio científico Eurostemcell, financiado por el
7PM. La función y la masa muscular de los pacientes que la sufren se
reducen paulatinamente hasta que llegan a perder la capacidad de andar.
No existe cura y los tratamientos disponibles solo son capaces de
ralentizar el proceso degenerativo.
Se podría decir que los mecanismos biológicos que rigen esta
enfermedad se asemejan a un tira y afloja. Cuando se daña una fibra
muscular, las células madre que contiene envían una señal química, se
transforman en una fibra muscular y crean copias de sí mismas hasta que
sana el músculo. No obstante, la DM provoca un daño constante al
músculo, por lo que la presión para repararse que atraviesan estas
células es tan elevada que acaban por agotarse y perder la capacidad de
reproducción. En ese momento, el proceso de degeneración gana la partida
al de regeneración y las fibras musculares se acaban sustituyendo por
células adiposas y tejido cicatricial.
Hasta hace no mucho se pensaba que la mejor solución para la DM era
la administración de células madre sanas en los músculos, a fin de que
pudieran generar fibras musculares nuevas en sustitución de las dañadas.
El Dr. David Sassoon y su equipo consideran sin embargo que esta
solución resulta poco eficaz y demasiado compleja. Por ello en 2010
iniciaron su proyecto ENDOSTEM («Activation of vasculature associated
stem cells and muscle stem cells for the repair and maintenance of
muscle tissue») con la intención de descubrir un agente capaz de
«potenciar» las células madre ya presentes en el tejido muscular para
lograr que la reparación tisular fuese más eficaz.
En esta entrevista concedida en exclusiva a la revista de resultados
de research*eu meses antes de la finalización del proyecto, el Dr.
Sassoon repasa los logros del proyecto y las razones por las que tanto
él como su equipo no lograrán cumplir todos los objetivos planteados en
ENDOSTEM.
¿Cuál fue el objetivo principal de ENDOSTEM?
El objetivo principal consistió en identificar nuevas terapias
contra la distrofia muscular y otras enfermedades musculares
degenerativas. Mediante ENDOSTEM nos propusimos idear un modo de
inmovilizar o potenciar las células madre que ya se encuentran en el
tejido para que ejerzan mejor su función en lugar de alterar
genéticamente el tejido mediante transferencias de ADN vírico o de
córnea, o extrayendo o introduciendo células madre.
El proyecto partió de que existe un periodo de tiempo en el que los
pacientes se encuentran enfermos pero no manifiestan muchos síntomas. Se
sabe que, durante este periodo, la actividad de los mecanismos
regeneradores en niños pequeños es muy elevada, hasta el punto de
contrarrestar los mecanismos degenerativos.
Planteamos que mediante una movilización de las células madre
endógenas podríamos mantener esta capacidad de regeneración a niveles
elevados para que las células madre lograsen reparar el tejido y así
garantizar que los síntomas de la enfermedad se mantuviesen bajo
control.
Su método no implica la extracción de células madre de los tejidos
musculares del paciente. ¿Por qué resulta más eficaz este método?
El principal escollo al proceso de extracción, reparación y
reinserción de células madre de un individuo es la gran complejidad. En
este caso, las células madre se consideran un medicamento y, como tal,
deben someterse a unas normas muy complejas que rigen su uso. Por otro
lado, el empleo de un medicamento farmacológico estándar como un factor
de crecimiento o un sacárido —sometido también a mecanismos de
aprobación y ensayo— supone una reducción importante de los escollos en
comparación con el empleo de células vivas. Además no es necesario
emplear inmunodepresores.
¿Cómo surgió esta idea?
Varios grupos e investigadores se habían planteado colaborar incluso
antes de que diera comienzo el proyecto. Cuando contemplé la situación
vigente en aquel momento, esto es, la introducción de material genético o
el injerto de células madre, pensé que podría existir un método mejor.
Por aquel entonces no se había planteado aún la posibilidad de aumentar
la capacidad regeneradora endógena.
¿Qué destacaría de entre los logros del proyecto?
Uno de los hallazgos principales de los últimos cinco años ha sido
descubrir que la información posee un efecto muy positivo en la
regeneración y que es posible manipular las señales relevantes para
aumentar el proceso regenerativo. Además ha quedado más claro que en la
activación de la respuesta se activan múltiples progenitores, y que
estos se comunican entre sí durante el proceso de regeneración. Pero si
se pierde el equilibrio entre distintos grupos de progenitores, se crea
fibrosis en lugar de reconstruir el músculo. Ahora conocemos mucho
mejor el proceso que da lugar a esta situación gracias al trabajo de los
distintos grupos del proyecto.
¿Cumplirá el proyecto todos sus objetivos?
Por desgracia, no. La crisis económica en Europa ha resultado
demoledora y ha creado enormes complicaciones para algunas de las
empresas con las que trabajábamos. Una de ellas incluso tuvo que dejar a
medias un ensayo clínico muy prometedor. Dimos con un sustituto en una
empresa italiana dedicada al estudio de fármacos modificadores
epigenéticos que aumentan la producción de células musculares durante el
proceso regenerativo, pero los problemas burocráticos con la Comisión
provocaron múltiples retrasos. Nos encontramos ahora en una situación en
la que no se nos puede otorgar una prórroga de un año, debido a la
puesta en marcha de Horizonte 2020, y no podremos realizar los dos
últimos ensayos clínicos planeados antes de que termine el proyecto.
Entonces, ¿no podrá continuar con su investigación?
Se ha logrado una buena base científica, dos ensayos clínicos, el
trabajo preclínico y un agente que aumenta la cantidad de células
progenitoras en el tejido muscular. No obstante, fases fundamentales
como los ensayos con modelos porcinos no se completarán a tiempo, de
modo que las empresas probablemente consideren que existe un riesgo
demasiado elevado para la inversión en nuestros descubrimientos en su
estado actual.
Podríamos solicitar fondos de Horizonte 2020, pero para ello habría
que encontrar una convocatoria adecuada, lo que nos quitaría tiempo y
nos retrasaría aún más. También pienso que algunas de nuestras
relaciones seguirán en marcha y será posible obtener fondos, pero los
ensayos clínicos nunca resultan sencillos de poner en marcha. Hay que
tener en cuenta además a las autoridades locales, las europeas, los
controles de calidad, los resultados y, por supuesto, hay que obtener el
consentimiento de los pacientes. Una prórroga del proyecto hubiera sido
la opción más viable.
Ha mencionado que fueron capaces de identificar un agente que
aumenta la cantidad de células progenitoras en el tejido muscular, lo
cual es un resultado clave del proyecto. ¿Hasta qué punto han ensayado
este agente?
Identificamos un agente denominado Cripto que desarrollamos en
Italia y ensayamos en ratones. Se muestra muy prometedor de cara a
aumentar la cantidad de células progenitoras. El mayor escollo consistió
en dar con una forma de introducir este péptido en el tejido muscular
de manera que no iniciase una respuesta inmunitaria. Probamos con tres
métodos y a continuación deberíamos haber pasado a los ensayos con
animales grandes, cerdos en este caso. Por desgracia, esta parte del
trabajo se quedará en el tintero.
Teniendo en cuenta las dificultades que ha experimentado, ¿qué espera de Horizonte 2020?
Considero muy importante que la Comisión Europea aumente la
flexibilidad en caso de situaciones inesperadas, una de las debilidades
del 7PM, en mi opinión. Pero son muchos los aspectos positivos de la
financiación aportada por la Comisión Europea. Nos ayudó a lograr muchas
publicaciones en revistas de gran difusión que lograron que el proyecto
obtuviera un seguimiento importante fuera de nuestra red. También nos
permitió reunir a investigadores jóvenes con experimentados y ha dado
lugar al planteamiento o la puesta en marcha de otros proyectos en
colaboración.
¿Qué retos se plantea para el futuro?
La investigación fundamental casi nunca se da por finalizada. Aún
precisamos determinar la naturaleza de una de las señales transmitidas
entre células progenitoras, y otra cuestión que ha cobrado importancia
es averiguar por qué la regeneración deja de funcionar a consecuencia
del proceso de envejecimiento.
Para más información, consulte:
ENDOSTEM
http://www.endostem.eu/