Los socios de RE-LIVER, un proyecto
financiado con fondos europeos dedicado a la medicina regenerativa,
confían en dar solución a este problema mediante el desarrollo de una
nueva generación de prótesis hepáticas creadas mediante la
reconstitución completa de un hígado biomimético y bioartificial. En su
labor se sirven de tecnología diseñada para aplicaciones espaciales.
El consorcio del proyecto, dirigido por Medicyte -una empresa
alemana dedicada a las ciencias de la vida-, cuenta con distintos
integrantes académicos e industriales, como la Universidad de Mánchester
(Reino Unido), la Universidad de Pisa (Italia), GABO:mi (Alemania) y
Electrospinning Company (TECL, Reino Unido.
El proyecto llegará a su fin a mediados de 2015 y en el ínterin
trabaja en el desarrollo de organoides hepáticos crecidos por medios
artificiales. Estos organoides están compuestos por células que ejercen
funciones de las células hepáticas y podrían utilizarse para tratar
enfermedades relacionadas con el hígado como la hemofilia. Los
organoides podrían trasplantarse para que complementasen la actividad
del hígado e incluso en un futuro sustituyeran a un órgano dañado.
Estos organoides presentan un riesgo menor de inmunogenicidad y
rechazo en comparación con los tratamientos actuales. De este modo
aumenta la probabilidad de éxito del tratamiento en pacientes que
padecen enfermedades metabólicas hepáticas graves y se reducir la
dependencia de fármacos inmunosupresores.
El primer grupo que recibirá los organoides estará compuesto por
pacientes afectados por patologías genéticas metabólicas como la
hemofilia A. Hoy en día existen quince mil pacientes de esta enfermedad
que podrían recibir uno de estos organoides funcionales. Además, los
organoides podrían utilizarse en el tratamiento de otras enfermedades
metabólicas como la enfermedad del ciclo de la urea.
En palabras del Dr. Joris Braspenning, coordinador del consorcio en
Medicyte: «La combinación de nuestros ámbitos de especialización
complementarios aporta un conocimiento más profundo del diseño de un
hígado bioartificial complejo y, además, supone un método innovador con
el que desarrollar herramientas de diagnóstico mejores y más rápidas así
como productos basados en células. Todo ello redundará en beneficio de
las terapias avanzadas del futuro y de los pacientes con trastornos
hepáticos».
En RE-LIVER se combina tecnología espacial con un proceso de
electrohilado consistente en la producción de fibras cientos de veces
más finas que un cabello humano mediante cargas eléctricas. Estas fibras
se electrotejen para formar armazones tridimensionales microscópicos
compuestos por polímeros sintéticos de uso médico que simulan el
comportamiento celular de los tejidos humanos reales.
Uno de los socios, Electrospinning Company (TECL), se formó por
escisión a partir del Consejo de Instalaciones Científicas y
Tecnológicas del Reino Unido (STFC), donde se desarrolló esta tecnología
espacial.
Source: RE-LIVER
Documentos de referencia: Basado en un comunicado de prensa del Consejo de Instalaciones Científicas y Tecnológicas del Reino Unido (STFC).