La capacidad de las nuevas tecnologías para acelerar el progreso humano es enorme, razón por la que es más importante aún si cabe eliminar la brecha digital que mantiene a miles de millones de personas al margen de Internet. Para lograr una igualdad digital que impulse el crecimiento socioeconómico, todo el mundo, desde las administraciones a los agentes no gubernamentales, trabajan para ofrecer un acceso a Internet asequible y universal en todo el planeta. Este esfuerzo coincide ahora con la nueva tecnología 5G, mediante la que es posible acceder a una conexión a Internet mejor y con prestaciones superiores. No obstante, el coste de esta conectividad sigue siendo uno de los obstáculos de mayor envergadura que se anteponen al acceso universal.
Para resolver esta situación, un equipo internacional de investigadores puso en marcha un ensayo en vivo con consumidores de una arquitectura de red 5G en Tarragona (España). Las pruebas se realizaron a través del proyecto financiado con fondos europeos RIFE.
El equipo resumió en una
nota de prensa su labor e indicó que en las pruebas se tuvo muy en cuenta la asequibilidad y la accesibilidad. Tal y como indican, la prueba incluye «la plataforma de servicios basada en software e IP flexible de InterDigital y el hardware procomún de
guifi.net en Cataluña (España), la red comunitaria más grande del mundo, con más de cuarenta mil nodos».
Reducción de costes y mejor aprovechamiento del ancho de banda
Una red comunitaria es un sistema informático destinado a ayudar a comunidades geográficas respaldando, aumentando y ampliando sus redes sociales preexistentes. Los nodos son dispositivos, como ordenadores personales y teléfonos móviles, que forman parte de una red o estructura de datos mayor. Según sus miembros,
guifi.net, participante en RIFE, es un «proyecto económico, social y tecnológico ascendente e impulsado por ciudadanos cuyo objetivo es crear una red de telecomunicaciones gratuita, abierta y neutral».
En la nota de prensa se explica que la puesta en marcha de la arquitectura de red reducirá costes, aumentará el aprovechamiento del ancho de banda en la red fronthaul y los enlaces entre peers (normalmente la parte más cara de una red comunitaria) y facilitará alojar servicios comunitarios. «La implementación en Tarragona es una instalación de software que se propone optimizar enormemente la infraestructura existente».
El término
«fronthaul» se refiere a la conexión entre la torre repetidora y el backbone de control de red móvil. «Backhaul» hace referencia a las conexiones entre una estación base y la red central terrestre.
Dirk Trossen, ingeniero principal sénior de InterDigital, uno de los participantes de RIFE, indicó en la nota de prensa que las pruebas sirven para dar a conocer otra faceta de 5G y añadió que «no se trata únicamente de una ampliación del ancho de banda». De hecho, hizo hincapié en «el interés en el reto social de ofrecer Internet asequible a más gente».
Para poner Internet a disposición de todos los que hasta ahora no han tenido la oportunidad de conectarse de forma sostenible y a un precio razonable, RIFE (architectuRe for an Internet For Everybody) se creó para aumentar la eficacia de las redes de transporte subyacentes y sus arquitecturas y protocolos. Su objetivo último es evaluar la viabilidad comercial de la plataforma RIFE sobre la que construir una cadena de valor sostenible.
Los investigadores, tal y como explican en el
sitio web de RIFE, confían en generar oportunidades comerciales para las autoridades locales y los proveedores de redes backhaul. Esto será posible con la introducción de operadores de red virtuales que aprovecharán la capacidad no utilizada para desarrollar nuevas relaciones comerciales con consumidores locales y generar modelos de negocio nuevos y a menudo sociales.
Para más información, consulte:
Sitio web del proyecto
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