En la «Reunión internacional sobre enfermedades emergentes y vigilancia»
celebrada recientemente en Viena se presentaron distintos métodos para
lograr canales bidireccionales de comunicación y aprovechar el potencial
de las redes sociales durante brotes de enfermedades infecciosas.
La presentación, realizada por miembros del proyecto financiado con
fondos europeos TELLME, enseñó a profesionales de la salud, políticos y
ONG a entablar comunicaciones relacionadas con la salud de un modo
eficaz y la importancia de esta práctica para influir en la población y
contener la enfermedad. Un factor determinante de las consecuencias de
un brote es el comportamiento de las personas y cómo estas responden a
las medidas preventivas.
La actual crisis del virus del Ébola en el oeste de África, y la
velocidad a la que se ha extendido la enfermedad, ponen de manifiesto la
importancia de contar con respuestas determinantes y dirigidas para
gestionar los brotes de enfermedades infecciosas. Además, cuando
familias y comunidades enteras viven en un ambiente de miedo, la
información errónea se esparce como la pólvora. La capacidad de
contrarrestar esta situación, y la enfermedad en sí misma, es
determinante para salvar vidas.
Los resultados de TELLME son extremadamente oportunos.
Investigadores de siete países han creado métodos con los que mejorar la
información distribuida durante episodios de enfermedades infecciosas
como el que atrajo la atención de todo el mundo en 2014.
El proyecto comenzó obteniendo información científica sobre el
comportamiento y las respuestas de la población ante brotes infecciosos
importantes como los de la gripe. Sobre la base de estos modelos de
comportamiento, el consorcio identificó y evaluó nuevos modos de
comunicación durante un brote.
En concreto, el equipo al cargo del proyecto aprovechó el potencial
de las redes sociales como un modo de generar información precisa y
útil. La información, con independencia de su veracidad, se transmite
hoy en día del mismo modo que los virus. Un análisis realizado en TELLME
sobre la actividad en Twitter en torno a la crisis del Ébola permitió
descubrir que durante siete días de septiembre de 2014 se publicaron
unos 632 712 tuits y se utilizó 17 023 veces la etiqueta #ebola.
Las estrategias de comunicación durante un brote de enfermedad
contagiosa deben tener muy en cuenta además los cambios tecnológicos,
culturales y sociales. Esto implica que para influir en la población y
motivarla para que adopte medidas preventivas, los mensajes
proporcionados por los responsables de la salud pública deben ser
efectivos y convincentes. Las garantías verbales y los desmentidos no
bastan; es necesario persuadir.
Este último punto cobra importancia sobre todo al comienzo de
cualquier brote. El estigma asociado a la enfermedad del Ébola puede
impulsar a que alguien que presente síntomas relacionados con la
enfermedad dude de informar al respecto. Otras consecuencias negativas
del miedo social incluyen la cancelación de rutas aéreas a los países
afectados, con los consiguientes problemas logísticos que crean para las
autoridades sanitarias nacionales e internacionales y las ONG dedicadas
a gestionar la emergencia.
Los progresos logrados en los ámbitos de la biología y las
tecnologías de la información ofrecen posibilidades nuevas para contener
estos brotes, y en TELLME se ha trabajado para garantizar su
aprovechamiento. Las estrategias y las directrices recomendadas por el
proyecto TELLME, presentado en 2012 y finalizado en enero de 2015,
servirán para que tanto autoridades públicas como partes interesadas
cuenten con mejores herramientas para contener cualquier tipo de brote
en el futuro.
Para más información, consulte:
TELLME
http://www.tellmeproject.eu/