El proyecto MONTBLANC reúne a destacados investigadores de España,
Francia, Italia, Alemania y Reino Unido con la meta común de construir
superordenadores que podrían suponer un antes y un después en la manera
en la que trabajamos. Estas nuevas máquinas se fundamentarían en
procesadores a exaescala, esto es, procesadores capaces de realizar un
trillón de operaciones por segundo (un uno seguido de dieciocho ceros).
Esto equivale a una velocidad superior a la de su ordenador actual en
nueve órdenes de magnitud.
«El funcionamiento a exaescala tiene dos consecuencias: no sólo el
poder solucionar problemas nuevos de gran magnitud como simular el
funcionamiento del cerebro humano —señaló Alex Ramírez, coordinador del
proyecto MONTBLANC—, sino también (y lo que es quizás más importante)
habilitar una amplia accesibilidad a la HPC en la vida cotidiana, por
ejemplo, disponer de un superordenador en la consulta del médico para
realizar un diagnóstico genómico del cáncer. Las posibilidades que se
abren son inmensas».
Más rendimiento y menos energía
Por increíble que parezca, estos nuevos procesadores no sólo
ofrecerán mayor; también consumirán menos energía. Según Ramírez, los
procesadores utilizados en MONTBLANC consumirán entre quince y treinta
veces menos energía que los sistemas empleados ahora.
La clave está en sustituir los chips que se utilizan en los
dispositivos de más tamaño y, en su lugar, emplear procesadores mucho
más eficientes, como los que suelen estar implantados en los teléfonos
móviles y otros dispositivos pequeños.
Hoy en día, a través del proyecto PRACE («Asociación por la
computación avanzada en Europa») se ofrecen miles de millones de ciclos
de HPC como servicio a empresas e investigadores de los sectores de la
fabricación, la farmacología y las finanzas. PRACE da acceso a seis
grupos de HPC que ofrecen, en total, una potencia de procesamiento de
casi veinte petaflops (veinte mil billones de operaciones por segundo).
Curiosamente, pese a esa cifra tan impresionante, los recursos de PRACE
no permiten atender la actual demanda de HPC en los ámbitos de la
ciencia y la industria, y la potencia de procesamiento disponible
actualmente se encuentra dos órdenes de magnitud por debajo del
procesamiento a exaescala.
«La demanda de recursos de HPC es infinita —aseguró Ramírez—. A día
de hoy, el número de solicitudes de acceso que se presentan a las
convocatorias trimestrales de PRACE es superior al asumible. MONTBLANC
aspira a convertirse en una plataforma alternativa de HPC para PRACE y
otros centros de HPC».
Construir un «Airbus de la HPC»
Para alcanzar esta capacidad, la UE ha establecido una asociación
privado-pública (APP) destinada a apoyar el desarrollo de tecnologías de
HPC: la Plataforma Tecnológica Europea de computación de alto
rendimiento (ETP4HPC, (
www.etp4hpc.eu)) es el socio privado que ha unido fuerzas con la Comisión para establecer esta APP de HPC.
Según informó Ramírez: «La APP de HPC ofrece la oportunidad de incrementar la
colaboración con proveedores europeos de tecnologías de HPC
como los expertos europeos en sistemas digitales Bull y el fabricante
de chips con sede en el Reino Unido ARM y, además, posibilita el
desarrollo de un ecosistema europeo de HPC. Podría tratarse del primer
paso hacia algo similar al Airbus pero en el sector de la HPC, lo cual
capacitaría a Europa para erigirse en un proveedor de HPC en lugar de
ser un mero consumidor de HPC».
El proyecto MONTBLANC es uno de los pilares de esta APP. Sus socios
participantes pretenden desarrollar un procesador a exaescala que se
sitúe a la vanguardia mundial en el campo de la HPC eficiente.
«MONTBLANC permitirá a los centros de HPC computar más con la misma
potencia, computar más en el mismo espacio y computar más por menos
dinero», concluyó Ramírez.
Enlace a la página web del proyecto:
-
MONTBLANC-Project.eu
Otros enlaces:
-
web de la Comisión Europea dedicada a la Agenda Digital