Se calcula que en Europa hay 2,6 millones de personas que padecen
problemas de movilidad en las extremidades superiores y otros 1,3
millones que precisan de TA, o bien de la ayuda de cuidadores humanos,
para poder realizar tareas cotidianas. En el conjunto de los países
desarrollados, esta última cifra se eleva hasta los 2,5 millones. En
ella se incluyen personas que padecen una amplia gama de enfermedades,
como la esclerosis múltiple y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA),
además de parálisis en distintos grados, como por ejemplo el síndrome de
enclaustramiento, en el que el afectado únicamente puede mover los
ojos.
«Tecnologías de apoyo» es un término genérico que abarca toda una
gama de dispositivos auxiliares, adaptables y de rehabilitación para
personas con discapacidades. Muchas son ya las personas que hacen uso de
ellas, pero la mayoría de los sistemas y las aplicaciones
correspondientes se han diseñado para cumplir una función específica o
para ayudar a personas con una clase determinada de discapacidad.
«En el mercado de las TA que yo llamaría "antiguas" predominan las
aplicaciones y los dispositivos aislados que atienden una discapacidad
concreta o se centran en una habilidad específica del usuario. En
principio, esta es una característica positiva, pues implica la
posibilidad de optimizar de forma brillante la funcionalidad de cada
dispositivo», explicó Stefan Parker, coordinador del proyecto e
investigador en KI-I (Austria). «El inconveniente radica en que, en la
mayoría de casos, estos dispositivos sólo sacan partido de una porción
de las capacidades del usuario, o bien no son del todo adaptables a sus
necesidades concretas, por lo que el usuario se encuentra con un
dispositivo que es "semióptimo" para su situación concreta».
El problema estriba en que las discapacidades no se pueden
clasificar en categorías rígidas. Cada individuo es distinto; incluso
dos personas que sufran la misma afección van a presentar grados y tipos
muy distintos de discapacidad, o incluso una combinación de varias
discapacidades a la vez. Asimismo, normalmente cada paciente necesita
que los sistemas se ajusten a medida que sus síntomas evolucionan con el
tiempo, o bien recurrir a dispositivos nuevos.
Con el ánimo de solucionar esta situación, un consorcio de
institutos de investigación, universidades y empresas privadas de siete
países ha creado una plataforma de coste asequible y de escala variable
que permite utilizar TA de un modo mucho más personalizado y flexible.
Su sistema, desarrollado durante dos años en el marco del proyecto
«Assistive technology rapid integration and construction set»
(ASTERICS), al que la Comisión Europea adjudicó fondos por valor de 2,65
millones de euros, ya se está produciendo con fines comerciales, si
bien se sigue investigando para introducir nuevas mejoras.
Sistemas de apoyo centrados en el usuario
«El mercado de las TA está registrando cambios drásticos. Por un
lado, los dispositivos móviles como los teléfonos inteligentes y las
tabletas están dominando el mercado, lo cual influye sobremanera en el
mercado de las TA. Por otro lado, se están creando TA desde enfoques más
flexibles y centrados en el usuario. De estos enfoques, el de ASTERICS
es el primero y por tanto el más importante», aseguró el Sr. Parker,
quien participó en la coordinación del proyecto.
A diferencia de los sistemas de TA tradicionales, la plataforma de
ASTERICS se puede configurar para cubrir las necesidades concretas de
cada usuario. Permite escoger entre una amplia variedad de sensores,
desde simples interruptores o cámaras web hasta interfaces
cerebro-ordenador (BCI), para interactuar con el sistema en función de
los requisitos y las habilidades de cada individuo.
Los datos introducidos, con independencia de cómo se generen, son
procesados por el «ASTERICS Runtime Environment» (ARE, «entorno de
ejecución de ASTERICS»). El software se puede instalar con facilidad en
cualquier ordenador que tenga Windows instalado y emplea los llamados
«modelos», configurados para cada usuario, para procesar y ejecutar las
órdenes del usuario -sea cual sea el dispositivo-, por ejemplo para
regular el aire acondicionado o abrir una ventana de su domicilio.
Dichos modelos están construidos y configurados mediante un programa
específico llamado «ASTERICS Configuration Suite» (ACS) que permite, a
través de una interfaz gráfica, combinar varios complementos tipo
«plug-in» para introducir datos, procesar señales o generar datos y
conectar dichos complementos a través de canales de datos y eventos. Una
vez completado un modelo, sencillamente se carga en la ARE, donde
pueden almacenarse varios modelos, de manera que el usuario disponga de
distintas opciones óptimas para cada uso.
También se han provisto módulos de extensión para conectar sensores,
bien a la plataforma, bien a cualquier otro ordenador, a través de un
cable USB estándar, y un accionador HID («dispositivo de interfaz
humana»), una pequeña interfaz por USB que cumple la función de un
dispositivo inalámbrico estándar tipo «plug-and-play» común en
periféricos como el ratón, el teclado o el joystick.
«La aplicación de este sistema ha posibilitado el desarrollo in situ
de las TA centrándose completamente en el usuario. Así, no es éste el
que tiene que adaptarse al dispositivo, sino al revés. Esto es así hasta
tal punto que el usuario, o su cuidador, puede incluso introducir por
sí solo pequeñas adaptaciones conforme a cambios en su situación diaria
-destacó el Sr. Parker-. Asimismo, el sistema puede adaptarse cada vez
que cambia el estado del usuario, sea a mejor o a peor, por lo que ya no
es necesario adquirir un dispositivo nuevo cada vez que cambia su
estado o recuperar uno viejo aunque le plantee dificultades. Se puede
seguir usando el sistema que le gusta y al que está acostumbrado,
simplemente cambiando el modo de interacción o ajustando la
configuración».
El equipo de ASTERICS consultó a personas afectadas por
discapacidades motoras, cuidadores especializados y expertos en TA
durante todo el proceso de diseño y desarrollo. Los prototipos se
sometieron a pruebas en las que recibieron valoraciones extremadamente
positivas.
«ASTERICS fue valorado muy positivamente por los usuarios. En el
transcurso de las pruebas con usuarios les ofrecimos posibilidades
impensables sin el sistema. Algunos de ellos han seguido utilizando el
sistema ASTERICS después de las pruebas y se muestran muy satisfechos»,
afirmó el Sr. Parker.
Conviene destacar que la instalación del sistema es relativamente
económica, pudiéndose aprovechar dispositivos que ya posea el usuario
-como la cámara web de un portátil- para abaratarla aún más. El Sr.
Parker calcula que la inversión media ascendería a unos quinientos euros
para hacerse con un sistema adecuado (sin contar el coste de un
ordenador portátil o de sobremesa), si bien podría elevarse a varios
miles de euros si se precisa equipamiento más costoso como puede ser una
interfaz cerebro-ordenador.
IMA, socio checo del proyecto, se ocupa actualmente de producir la
maquinaria correspondiente con fines comerciales, incluyendo módulos de
entrada y salida de datos para su uso con este sistema, mientras que
Harpo, socio de Polonia, es el distribuidor principal del sistema al
completo y presta servicios de adaptación y personalización.
Las miradas del equipo se centran ahora en prolongar su
investigación y emprender un proyecto complementario tendente a ampliar
el sistema a dispositivos móviles como teléfonos inteligentes y
tabletas.
La investigación de ASTERICS fue subvencionada por el Séptimo Programa Marco (7PM) de la Unión Europea.
Enlace al proyecto en CORDIS:
-
el 7PM en CORDIS-
ficha informativa de ASTERICS en CORDIS
Enlace a la página web del proyecto:
-
página web de «Assistive technology rapid integration and construction set»
Enlaces a archivos de imagen y sonido relacionados:
-
vídeos relativos al proyecto ASTERICS
Otros enlaces:
-
web de la Comisión Europea dedicada a la Agenda Digital