Esta tecnología se considera, además, cada vez más necesaria para aplicaciones en las inmediaciones del ojo como las gafas de realidad virtual. De hecho, en los próximos años, las micropantallas OLED podrían cobrar un gran protagonismo en un mercado valorado en 1 700 millones de dólares para 2027.
Para transformar su potencial en aplicaciones comerciales, será necesario que estas micropantallas sean enormemente flexibles, tengan gran resolución en áreas grandes y se puedan producir con rendimientos aceptablemente elevados.
El proyecto LOMID (Large cost-effective OLED microdisplays and their applications), coordinado por el Dr. Uwe Vogel del Fraunhofer FEP, lo tiene todo para cumplir con todas las expectativas. Las micropantallas curvas de 13 x 21 mm del proyecto presentan un recuento de píxeles de 1 920 x 1 200 (WUXGA) con una densidad superior a 2 000 ppi y ya se han fabricado con un rendimiento de producción adecuado. El consorcio ahora trabaja en la mejora de dicho rendimiento para poder competir en mercados en los que el precio es un factor tan importante como las prestaciones. La tecnología se está ensayando ya en gafas inteligentes para aplicaciones de realidad virtual y personas con discapacidad visual.
¿Qué innovaciones ofrecen las micropantallas de LOMID?
Las pantallas de LOMID son más grandes (1 pulgada) y tienen una resolución mucho mayor (WUXGA) que cualquier otra comercializada hasta hace poco. Nos hemos esforzado enormemente para garantizar valores elevados de contraste y ancho de banda o tasa de refresco, lo cual es muy importante a la hora de eliminar distorsiones por movimiento y lograr que la realidad virtual sea envolvente y su empleo resulte cómodo.
La pantalla OLED tiene un brillo elevado y una reproducción cromática excelente. Una innovación del proyecto es la capacidad para crear pantallas CMOS/OLED curvas, y estamos convencidos de que el empleo de pantallas curvas dará lugar en un futuro a diseños ópticos ultracompactos para aplicaciones en las inmediaciones del ojo, por ejemplo, las gafas inteligentes.
¿Puede hablarnos más sobre el proceso de fabricación?
Preferiríamos no hacerlo. Pero sí podemos decir que uno de los grandes retos a los que se enfrentó el proyecto fue la interfaz CMOS/OLED, la cual debe ser extremadamente plana para lograr un rendimiento bueno tanto de fabricación como de ejecución. Las pantallas de mayor tamaño son inherentemente más caras de producir, y por tanto hemos trabajado en mejorar el rendimiento en cada paso del proceso de fabricación para así mantener los costes de la pantalla en unos valores razonables.
¿Cuáles fueron las principales dificultades a las que se enfrentó a la hora de crear el chip LOMID?
Además de la interfaz CMOS-OLED, la mayor dificultad estribó en lograr el ancho de banda necesario para el chip grande sin que el tamaño del circuito o el consumo de energía se disparasen.
¿Estuvieron los resultados a la altura de sus expectativas iniciales?
Sí. Obtuvimos los primeros chips específicos del proyecto (con y sin filtros de color) hacia finales de septiembre y estamos muy satisfechos con el rendimiento de las pantallas desde las primeras obleas.
¿Cuál ha sido la respuesta de la industria hasta la fecha?
Muy positiva. En concreto, tras exponer varios de los resultados parciales del proyecto en la reunión de la Society for Information Display, titulada «Wearable and Projection Displays» y celebrada este año en Dresde, las opiniones recibidas confirmaron que tanto las micropantallas nuevas como los diseños ópticos innovadores se ajustan a las necesidades del mercado. Confiamos en recabar más opiniones durante el evento EFECS que se celebrará del 5 al 7 de diciembre de 2017 en Bruselas, donde además hemos planeado una exhibición pública del chip de micropantalla de LOMID.
En el proyecto se crearon también unas gafas inteligentes. ¿Puede hablarnos de ellas?
Uno de los socios del proyecto, la empresa emergente española Limbak, patentó un sistema óptico que nos permite crear pantallas compactas para llevar a modo de gafas con un campo de visión muy ancho. Esto logra que las gafas sean más cómodas y menos aparatosas, y aumenta la sensación de inmersión en aplicaciones de realidad virtual. Para aquellos que lleven las gafas durante todo el día por razones laborales o a modo de prótesis visual, es importante que las gafas sean cómodas y estéticas. Otro socio del proyecto, la Universidad de Oxford, comprobará las micropantallas nuevas en gafas inteligentes que aprovechen al máximo la visión que aún puedan conservar las personas con discapacidad visual para así aumentar su calidad de vida.
¿Cuál es su plan de negocio?
Las micropantallas desarrolladas en el proyecto las comercializará la empresa Microoled. Confiamos en disponer de kits de demostración a partir de 2018 y ya contamos con varios clientes posibles muy interesados. Se pueden licenciar los diseños ópticos de Limbak y la empresa está incluso dispuesta a crear diseños personalizados.
LOMID
Página web del proyecto en CORDIS