Brazos robóticos pioneros que podrían transformar la compra semanal de alimentos

Con apoyo parcial del proyecto SOMA, financiado por la UE, investigadores del campo de la robótica han desarrollado dispositivos de sujeción robóticos y versátiles para agarrar miles de artículos de supermercado.

En el marco del programa Horizonte 2020, el proyecto SOMA (Soft-bodied intelligence for Manipulation), financiado con fondos de la UE, ha permitido que unos investigadores de la Technische Universität Berlin (TUB), la Università di Pisa, el Istituto Italiano di Tecnologia, el Deutsches Zentrum für Luft- und Raumfahrt e.V. (DLR), el Institute of Science and Technology Austria, Ocado Technology y Disney Research Zurich hayan experimentado con la manipulación robótica de objetos muy delicados y de formas impredecibles como frutas y verduras.

Se diseñaron pinzas de agarre para manipular los 48 000 artículos acumulados en los almacenes automatizados de Ocado, el mayor supermercado del mundo por Internet, y garantizar escasos daños a alimentos frágiles de una lista de la compra completa.

En consecuencia, para evitar dañar estos productos tan delicados, el proyecto recurrió a dispositivos de agarre compatibles (con propiedades similares a las de los muelles) unidos a brazos robóticos industriales. Por ejemplo, el dispositivo antropomórfico de agarre RBO Hand 2, diseñado en la Technische Universität Berlin (TUB), emplea materiales flexibles de caucho y siete cámaras de aire comprimido controladas de forma individual para agarrar los objetos de forma segura y sin daños. El diseño hace posibles estrategias versátiles de agarre, ya que los dedos, la palma y el pulgar ajustan su forma a la geometría del objeto en cuestión (computación morfológica).

El equipo instaló esta mano metódica en dos brazos robóticos diferentes, un Staubli RX160L y un KUKA LBR iiwa14. Ambos brazos pueden operar en la posición estándar de modo controlado. Además, el brazo KUKA posee la capacidad de incluir cierto grado de control del brazo a través de un programa informático.

Los experimentos llevados a cabo con fruta artificial almacenada en una bandeja IFCO (International Fruit Container) pusieron de manifiesto que los manipuladores robóticos lograban agarrar frutas de formas distintas y revelaron la interesante particularidad de que la probabilidad de éxito aumentaba al utilizar los límites del entorno (por ejemplo, las paredes y el fondo de la bandeja) para restringir el movimiento del objeto.

Ahora que este equipo internacional ha logrado avances considerables para cumplir su objetivo principal de desarrollar una capacidad robótica de agarre y manipulación versátil, robusta, rentable y segura, se proponen colocar artículos más complejos en la bandeja e imponer mayores restricciones para comprobar si los brazos robóticos han logrado asimilar el nuevo espacio de los supermercados.

El proyecto SOMA ha recibido algo más de 7 millones de euros para explorar una nueva vía de manipulación robótica mediante el aprovechamiento de las limitaciones físicas impuestas por el entorno para permitir un agarre y una manipulación firmes en contextos dinámicos, abiertos y muy variables. Su labor concluirá en abril de 2019.

Si desea más información, consulte:
Sitio web del proyecto

publicado: 2017-02-16
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