El laboratorio de Ciencia Informática e Inteligencia Artificial del MIT ha creado el primer sistema que permite a cualquier usuario personalizar y construir un dron acorde a sus necesidades. El potencial de esta herramienta de diseño inteligente, en cuyo desarrollo participa el proyecto financiado con fondos europeos SOMA, se ha demostrado con varios ejemplos, entre ellos un «pentacóptero» (de cinco rotores) y un dron con aspecto de conejo.
«Que sepamos, este es el primer sistema que permite a cualquiera, sin conocimientos especializados, diseñar y construir su propio dron —declaró el doctorando Tao Du a Digital Trends a principios de diciembre—. La interfaz permite introducir características como carga útil, coste y uso de batería y entonces el sistema propone el tamaño, la forma y la estructura con los que garantizar tanto su funcionalidad como la posibilidad de fabricarse».
El proceso al completo está automatizado, de modo que los usuarios pueden delegar en el sistema el cálculo de las consecuencias que tiene cada decisión y adaptar los componentes del dron de manera acorde. Añadirle rotores para dotarlo de mayor capacidad de carga, por ejemplo, puede hacer que el vehículo se incline, pero el sistema busca soluciones para evitar estas contrapartidas, de tal modo que el usuario puede estar seguro de que su vehículo será capaz de despegar, planear y aterrizar.
Para lograrlo se redujo la cantidad de variables a disposición del diseñador del dron. Se estableció una base de asunciones con fines de optimización, ahorrando así a los usuarios los aspectos más técnicos del proceso para que puedan centrarse en sus necesidades.
Este sistema nuevo supone toda una revolución en el mercado de los drones, pues hasta ahora solo había dos posibilidades: adquirir productos comerciales finalizados —que pueden o no contar con todas las características y capacidades requeridas— o bien acudir a los servicios de una empresa especializada, una opción que implica por lo general un proceso largo y tedioso de intercambio de información sobre el diseño a medida, basado en gran parte en el método de ensayo y error.
El equipo ya ha pensado en sus clientes potenciales. «Empresas como Amazon y Google, en proceso de crear un servicio de mensajería con drones, podrían interesarse por un sistema como este que permite adecuar los vehículos a distintas necesidades —indicó Du—. Por ejemplo, si se desea que un dron pueda transportar objetos con formas fuera de lo normal como una antena larga y fina, podría diseñarse con una forma asimétrica o con propiedades no convencionales».
El proyecto financiado por la Unión Europea SOMA («Soft Manipulation») contribuyó a hacer realidad este sistema. Este proyecto recibió 6 millones de euros de financiación y desarrollará hasta abril de 2019 tecnologías de agarre suave que permitan manipular con firmeza objetos en entornos dinámicos, abiertos y de gran variabilidad. La perspectiva de que los drones puedan contar con este tipo de capacidades es sin duda interesante y atraerá a una amplia gama de sectores comerciales.
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