Los frutos derivados del proyecto MARE-WINT pueden calificarse de impresionantes. Gracias a este programa sin parangón, un equipo de doctorandos especializados en diversos ámbitos —como la aerodinámica, el mantenimiento, la mecánica y la operación de estructuras— han adquirido las capacidades y los conocimientos requeridos para propiciar el desarrollo del sector de la energía eólica marítima y hacer que alcance su máximo potencial.
«Los responsables políticos y el sector industrial coinciden en señalar a la generación de energía eólica como un medio ecológico y seguro para reducir la dependencia de los combustibles fósiles —fuente de contaminación— y la excesiva necesidad de importaciones energéticas», afirma Wiesław Ostachowicz, coordinador del proyecto MARE-WINT y profesor de la Academia Polaca de Ciencias, radicada en Gdańsk. «Además, esta fuente apenas requiere una pequeña cantidad de agua para producir electricidad —a diferencia de lo que ocurre con la energía nuclear y los combustibles fósiles—, lo que es sumamente importante dado que la escasez de agua representa un problema cada vez mayor».
No obstante, a pesar de que a efectos ambientales la energía eólica ofrece claros beneficios, el coste de generar electricidad mediante turbinas eólicas ha limitado en cierto modo el crecimiento de este mercado. «Éste es el motivo de que el sector de la energía eólica marítima se centre en aumentar la fiabilidad de las turbinas eólicas instaladas en alta mar, así como en reducir la necesidad de realizar tareas de mantenimiento», explica Ostachowicz. «Encontrar fórmulas novedosas para alcanzar estos objetivos resulta crucial para agilizar el desarrollo de este sector e impulsar su crecimiento».
Formar a los expertos en energía eólica marítima del futuro
Una vez reconocido el hecho de que existe un déficit de competencias significativo en este dominio, el proyecto financiado con fondos europeos MARE-WINT se puso en funcionamiento. De cara a diseñar, desarrollar y gestionar la próxima generación de turbinas fiables y eficientes, urge disponer de conocimientos propios de una diversidad de disciplinas, desde la ingeniería mecánica y la ciencia de los materiales hasta la metrología, la mecánica de fluidos y la simulación informática. A fin de solventar esta cuestión, MARE-WINT reunió a seis universidades, siete institutos de investigación y diez empresas privadas para conformar una red y ofrecer programas de doctorado adaptados a las futuras necesidades del sector de la energía eólica marítima.
«A efectos prácticos, hemos contribuido a establecer un vínculo antes inexistente entre los empleadores —las empresas dedicadas al ramo— y sus posibles trabajadores a través de formar a catorce investigadores especializados en turbinas eólicas de alta mar», asevera Ostachowicz. «Esto a su vez ayudará a acelerar la investigación en áreas fijadas por los responsables políticos europeos, entre ellas las energías renovables, con el fin de prevenir el calentamiento global y el cambio climático».
La participación de trece socios del sector privado en el desarrollo de tecnologías marítimas fue esencial para el éxito del proyecto. Varios socios industriales colaboraron en lo que respecta a acoger a los investigadores, formarles y definir las necesidades formativas. La firme implicación de la industria hará que los estudiantes de doctorado dispongan de las mejores perspectivas laborales posibles.
Beneficios de la energía sostenible
Además de alcanzar su objetivo fundamental de reducir el déficit de capacidades en este sector, el proyecto MARE-WINT ha propiciado avances relativos al diseño y el funcionamiento de las palas de las turbinas, trenes de transmisión y estructuras de soporte que reportarán beneficios a largo plazo. Algunos de los socios industriales perfeccionaron herramientas y métodos que se emplean de manera cotidiana, lo que supuso una mejora inmediata del funcionamiento del sector.
Por último, los resultados del proyecto se han presentado en un
manual que se utilizará como material didáctico en cursos centrados en tecnologías relacionadas con la energía eólica impartidos en universidades. El futuro de la energía eólica se presenta esplendoroso: En 2010 este sector aportó 32 000 millones de euros a la economía de la UE y, desde 2012, son más de 250 000 los ciudadanos de Europa cuyo trabajo está vinculado a la energía eólica. Asimismo, se prevé que para el año 2020 este sector habrá generado 520 000 puestos de trabajo.
Para más información, consulte:
Página web del proyecto MARE-WINT