En un nuevo artículo, el equipo del Laboratorio de informática e inteligencia artificial (CSAIL) del MIT y el Instituto de Ciencia Weizmann de Israel han dado a conocer una pantalla que permite ver las películas en 3D prescindiendo de las aparatosas gafas que requiere esta tecnología. El artículo se presentó en la conferencia SIGGRAPH dedicada a los gráficos informáticos que tuvo lugar en Anaheim, California, entre el 24 y el 28 de julio de 2016.
En qué consiste Cinema 3D
Este nuevo sistema, al que se ha dado el nombre de «Cinema 3D», emplea un conjunto especial de lentes y espejos para que los espectadores puedan ver la misma película en 3D desde cualquier butaca de la sala de cine. En un cine en 3D normal donde es necesario el uso de gafas, solamente se utiliza una barrera. «Los planteamientos actuales en torno a la tecnología 3D sin gafas requieren pantallas con unos requisitos de resolución tan enormes que resultan totalmente inasumibles», comenta el profesor Wojciech Matusik, del MIT. «Este es el primer planteamiento técnico que hace posible la tecnología 3D sin gafas a gran escala».
Aun tratándose de un importante avance que podría revolucionar la forma de entender el cine en el siglo XXI, el equipo de investigadores insiste en señalar que esta tecnología no está lista todavía para comercializarse. No obstante, confían en que las futuras versiones harán avanzar la tecnología hasta un nivel en el que la mayoría de los cines podrá ofrecer alternativas sin gafas para las películas en 3D.
La tecnología 3D sin gafas ya existe, pero actualmente no es posible adaptarla a las salas de cine. Los métodos de 3D tradicionales de los televisores emplean una serie de cortes delante de la pantalla (la denominada «barrera de paralaje») que hace que cada ojo vea un conjunto de píxeles diferente, creando así una sensación de profundidad simulada. Pero como las barreras de paralaje tienen que estar situadas a una distancia uniforme del espectador, este planteamiento no resulta práctico para las salas de cine, donde los espectadores se encuentran sentados en ángulos y distancias diferentes con respecto a la pantalla.
Otros métodos, incluido uno desarrollado también en el MIT, incluyen la creación de proyectores físicos completamente nuevos que abarcan la totalidad del rango angular del público, pero a costa muchas veces de una menor resolución de imagen.
Cómo funciona Cinema 3D
La principal consideración que se tuvo en cuenta a la hora de desarrollar Cinema 3D es que los espectadores que se encuentran en la sala de cine solamente mueven la cabeza a lo largo de un rango de ángulos muy reducido, limitado por la anchura de la butaca. Por ello, basta con ofrecer un rango de ángulos estrecho y replicarlo entre todas las butacas de la sala.
En la práctica, el sistema Cinema 3D codifica varias barreras de paralaje en una única pantalla, de tal forma que cada espectador ve una barrera de paralaje adaptada a su posición exacta en la sala. Seguidamente, ese rango de vistas se replica en toda la sala por medio de una serie de lentes y espejos alojados en un sistema óptico especial. Esta tecnología explota el hecho de que el espectador experimenta el cine desde una posición fija (sentado en una butaca), mientras que la televisión en 3D tiene que adecuarse a un público en movimiento que la ve desde diferentes ángulos, lo que significa que debe existir una división en forma de un número limitado de píxeles proyectados. La razón es que el espectador pueda ver la imagen desde cualquier punto donde se encuentre con respecto al televisor.
Sin embargo, Cinema 3D no es una tecnología especialmente práctica en la actualidad, puesto que el prototipo del equipo requiere cincuenta conjuntos de espejos y lentes, cuando apenas tiene un tamaño similar al de un bloc de notas. El profesor Matusik afirma que el equipo confía en poder crear ahora una versión de mayor tamaño de la pantalla y perfeccionar la óptica para mejorar la resolución de la imagen. «Está por ver si este planteamiento resulta suficientemente viable desde el punto de vista económico para adaptarlo a una sala de cine convencional», afirma. «No obstante, estamos convencidos de que hemos dado un importante paso en el desarrollo de una tecnología 3D sin gafas dirigida a grandes espacios, como las salas de cine y los auditorios».
Los fondos de la Unión Europea que favorecieron el desarrollo de Cinema 3D se concedieron al Instituto de Ciencia Weizmann en el marco del proyecto COMPCAMERAANALYZ.
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