La mejora de la eficiencia energética de los edificios podría surtir un efecto importante en las necesidades energéticas europeas. Una iniciativa europea se propuso convertir este objetivo en realidad mediante el desarrollo de ventanas inteligentes para lograr un control sofisticado de la luz y el calor.
Se considera que las pérdidas y las ganancias excesivas de energía a
través de las ventanas suponen un 4 % del consumo energético total
europeo. Si fuese posible controlar las propiedades de filtración de la
luz y el calor de las ventanas dinámicamente, sería posible reducir los
costes energéticos.
Teniendo esto presente, el proyecto
SOLARGAIN (Low-cost switchable reflective polymeric solar heat gain control films for energy-efficient smart-window applications), financiado con fondos europeos, se propuso desarrollar los materiales y los procesos necesarios para producir este tipo de ventanas inteligentes. En general, el objetivo fue crear una película polimérica para las ventanas que permitiera ahorrar energía mediante el control de la pérdida y la ganancia térmica.
Los socios del proyecto desarrollaron una película polimérica para ventanas totalmente ajustable y conmutable que proporciona protección frente a la radiación térmica de la luz solar y las pérdidas de energía calorífica a través de las ventanas en los edificios con calefacción. Mediante el control de las pérdidas y las ganancias térmicas, la tecnología permite un ahorro energético de hasta un 70 %, ya que en verano protege frente a una radiación solar excesiva, con lo que se ahorra en costes de aire acondicionado, mientras que en invierno maximiza la penetración de la radiación térmica solar, lo que posibilita una reducción de los costes de calefacción. Gracias a la regulación o el ajuste del reflejo de la energía procedente de la radiación solar infrarroja, la tecnología propuesta permite bloquear dos tercios de la energía de la radiación solar en verano y retener dos tercios de la energía térmica interior en invierno.
El equipo del proyecto SOLARGAIN creó un modelo para evaluar la efectividad en términos de coste de la película de la ventana y compararla con las películas no conmutables, las cuales, de acuerdo con los resultados, son menos rentables y ofrecen un menor rendimiento de la inversión que las películas SOLARGAIN.
El proyecto SOLARGAIN, tras lograr avances alentadores en la implantación de películas poliméricas dinámicas para ventanas inteligentes, actualmente trabaja para conseguir su explotación comercial. Esta tecnología pionera podría tener un efecto de gran importancia sobre el diseño de edificios donde primen las soluciones energéticamente eficientes.
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