Un equipo de la Unión Europea trabaja en el desarrollo de un buque no tripulado. Sus diseños incluyen varios sistemas modulares de a bordo para controlar la embarcación, detectores y medios de comunicación así como estaciones en tierra firme.
Los buques de carga oceánicos navegan más despacio por razones
medioambientales, pero esta situación hace que aumente la cantidad de
ellos que hay en el mar. Otro problema adicional es la disponibilidad
decreciente de marineros. Parte de la solución podría residir en los
cargueros autónomos, los cuales además ofrecen ciertas ventajas
comerciales y medioambientales.
El proyecto financiado con fondos de la UE
MUNIN (Maritime unmanned navigation through intelligence in networks) se propone crear un prototipo conceptual técnico de este tipo de barcos y evaluar su viabilidad. Su propuesta trata de aportar soluciones a los retos planteados en documento redactado por el consorcio europeo Waterborne TP, en el cual se detallan los distintos sistemas modulares necesarios de control, comunicación y apoyo a las decisiones. MUNIN cuenta con ocho socios que comenzaron su trabajo en septiembre de 2012 y finalizarán en agosto de 2015.
Los resultados del primer periodo documentado se plasmaron en la definición técnica de los subsistemas de a bordo y en tierra. La lista cuenta con un módulo sensor avanzado, un sistema de navegación autónoma, un sistema de control y vigilancia autónomo del motor y un centro de control en tierra. En conjunto, las unidades proporcionarán toda la información necesaria para controlar el buque cuando este se encuentre en alta mar, dado que no se han diseñado para que puedan emplearse en puertos o en rutas de transporte congestionadas.
Además, el consorcio ha establecido cuáles son las tecnologías necesarias para facilitar la labor del personal de tierra. El operador del centro de control en tierra vigila el estado de varios buques autónomos. Además, un ingeniero presta ayuda al operador y genera los planes de mantenimiento de los buques. El equipo ubicado en el centro de control tiene la capacidad de tomar los mandos de cualquiera de las embarcaciones mediante una réplica del puente de mando y un sistema remoto de apoyo a las maniobras.
El equipo de investigadores sentó las bases para proceder a la fase de implementación prototípica programada para que comience durante el segundo periodo documentado del proyecto.
Gracias al proyecto MUNIN se definieron los sistemas técnicos necesarios para poner en marcha la idea de Waterborne TP de un buque autónomo. Su desarrollo ofrecerá ahorros y evitará que los marineros pasen largos periodos de tiempo en el mar.