Las tecnologías de energía solar, como la fotovoltaica, convierten la energía casi ilimitada del Sol en electricidad. En un futuro no muy lejano, existirán tejidos de gran superficie con células fotovoltaicas integradas que harán exactamente lo mismo a partir de la luz que incide en los toldos y pérgolas que dan sombra a calles y paseos.
Las células fotovoltaicas ofrecen la posibilidad más que realista de reducir la dependencia de los combustibles fósiles recurriendo a la energía renovable del Sol para generar electricidad con una contaminación mínima o inexistente. La tecnología fotovoltaica se emplea ya en numerosas zonas del mundo. En la actualidad, la investigación y el desarrollo se centran en aumentar la eficiencia y reducir los costes para potenciar su comercialización.
Un proyecto de investigación novedoso, financiado con fondos de la UE, está reduciendo los costes e incorporando tecnologías fotovoltaicas orgánicas e inorgánicas a tejidos tensados. Los miembros del proyecto «Fabric structures for solar power generation» (
FABRIGEN) están utilizando fondos comunitarios para concebir soluciones duraderas y adecuadas para su uso en exteriores que puedan integrarse en sombrillas, persianas, pérgolas y capotas de vehículos.
Se recurrió al procedimiento económico y habitual de recubrimiento e impresión industrial en bobinas para grandes superficies con extensas películas delgadas de módulos fotovoltaicos. El equipo integró los procesos de fabricación de células fotovoltaicas con membranas de tejido de poliéster. Una propiedad esencial es la durabilidad, por lo que se desarrollaron e incorporaron capas de barrera y encapsulado para ofrecer una mejor protección contra la humedad, el aire (oxígeno) y la radiación ultravioleta.
Hasta ahora, el equipo ha logrado construir prototipos a gran escala utilizando tres tecnologías fotovoltaicas distintas. Las estructuras de membranas tensadas tienen seis metros de longitud y hasta tres metros de anchura. En las pruebas, estas estructuras han cumplido las metas propuestas, o al menos han puesto de manifiesto la posibilidad de hacerlo; además, se ha ideado un plan para su optimización.
Los módulos FABRIGEN cumplen las normativas y reglamentaciones europeas e internacionales para la aplicación de sistemas energéticos aislados de la red, conectados a la red o de tarifas reguladas. A corto plazo, los planes de tarifa regulada constituyen un incentivo para que los operadores inviertan, ya que se les abonará por la energía producida en los sistemas que tengan instalados, como por ejemplo sombrillas.
A largo plazo, se vislumbra en el horizonte un sistema en el que los planes de tarifa regulada resulten innecesarios debido al bajo coste de la tecnología fotovoltaica en comparación con los precios de la red. La combinación de esta tecnología con estos materiales permitirá reducir el coste de la energía solar a los niveles de la energía convencional.
La reducción de los costes de producción, transporte y operación debería contribuir favorablemente a la inversión en energía solar fotovoltaica. Se trata de una tecnología pionera en el sentido más puro del término, ya que en el mercado no existe nada que se le parezca. El equipo de FABRIGEN espera que, además de para fabricar sombrillas y toldos con material fotovoltaico en toda Europa, sirva también para generar electricidad.