Aunque el uso de algas para producir biocombustibles tiene posibilidades enormes, el sector tiene dificultades para cultivar volúmenes consistentes a precios razonables. Una iniciativa financiada por la Unión Europea y en la que participan prestigiosos investigadores ha estudiado formas de utilizar la energía de la luz para mejorar los métodos de cultivo de algas.
La intensidad de la luz es un factor clave para el desarrollo de las
algas y el cultivo convencional de algas en estanques abiertos es
ineficiente a la hora de convertir la luz del sol en biomasa. Los
estanques abiertos son estanques artificiales poco profundos que, por lo
general, se construyen en una configuración en círculo o longitudinal
en la que se utilizan ruedas con palas u otros mecanismos para agitar el
agua continuamente. El crecimiento de las algas se fomenta mediante la
introducción de nutrientes y dióxido de carbono.
Un método alternativo es utilizar fotobiorreactores (PBR), sistemas cerrados con luz, distribución y entorno controlados. Sin embargo, aunque los PBR existentes tienen una productividad notablemente mayor, son muy complejos y caros de construir. Los PBR son entornos de crecimiento de algas en sistemas cerrados artificiales que proporcionan un proceso controlado y medible para obtener algas de forma consistente.
El proyecto
SOLALGEN, financiado por la Unión Europea, tenía como objetivo construir un sistema de captación y distribución de luz de bajo coste para aumentar la producción de algas. Se desarrolló una tecnología de fotobiorreactores en estanques abiertos que aprovecha las ventajas de ambos métodos de cultivo de algas. Esta tecnología combinaba los costes reducidos de capital y de funcionamiento de los estanques abiertos con los sistemas de distribución de PBR para crear una nueva tecnología híbrida.
El prototipo de SOLALGEN se basó en mejoras de una unidad de PBR existente, incluida la incorporación de la unidad de estanque abierto. Los investigadores se centraron en el sistema de iluminación/óptico, que se instaló en las unidades PBR y de estanque abierto. Además, se desarrolló un sistema de intercambio de calor residual que permite reutilizar dicho calor. El sistema se utilizó para mejorar las condiciones de desarrollo durante la época de frío.
Todos los sensores se probaron y validaron a escala de laboratorio y se realizó una serie de mediciones de los factores principales que afectan al crecimiento de las algas. Se realizaron experimentos en paralelo en la unidad de PBR y de estanque abierto, con y sin las mejoras de SOLALGEN, con el fin de determinar el efecto sobre el rendimiento unitario de la producción.
SOLALGEN contribuirá a reducir el coste del cultivo de algas, lo cual reducirá el coste de los biocombustibles derivados de las algas hasta un punto en el cual sean competitivos con el petróleo. Las algas también se pueden utilizar para fabricar suplementos dietéticos, piensos para acuicultura, cosméticos, pigmentos y antioxidantes.