Blindajes innovadores para aeronaves

Los materiales compuestos (composites) proporcionan una relación resistencia-peso muy superior, comparados a los materiales convencionales, y se utilizan ampliamente para fabricar muchos de los componentes de las aeronaves. Gracias a la financiación europea del proyecto «Impact test campaign» (IMPTEST), un equipo de científicos se halla desarrollando blindajes protectores hechos de compuestos poliméricos destinados a proteger a las aeronaves de pequeños fragmentos que se puedan desprender de las piezas rotativas.

En este proyecto se utiliza un cañón de gas ligero para estudiar los fenómenos relacionados con los impactos sobre los materiales de blindaje. En primer lugar se está investigando el límite balístico de una serie de blindajes metálicos y de compuestos, utilizando para ello tres percutores distintos. A partir de los diseños elegidos para los blindajes se evaluará la influencia de los ángulos de impacto. Se está estudiando también el envejecimiento de los materiales.

Para estudiar la influencia de la temperatura, las labores del proyecto IMPTEST incluyen ensayos sobre haces de fibras a temperaturas de ciento veinte grados Celsius y cuarenta grados Celsius negativos. Se graban las respuestas a los impactos de todas las probetas mediante fotografía de alta velocidad, a la vez que se aplican diversos métodos fractográficos para caracterizar los daños provocados.

Por el momento, los científicos han concentrado sus esfuerzos en diseñar y fabricar los blindajes para las pruebas y en instalar y adaptar el cañón de gas ligero. Se han realizado simulaciones numéricas para hallar el tamaño adecuado de las probetas y la manera de anclarlas, así como las formas adecuadas de los proyectiles de prueba. La fabricación de blindajes ha terminado ya.

Los resultados finales que cabe esperar del proyecto IMPTEST son unos blindajes ligeros en compuestos poliméricos que estén validados y sirvan de base de desarrollo para las aeronaves actuales y las futuras. Una tecnología innovadora de este tipo resulta necesaria para poder aportar tecnologías avanzadas destinadas a los motores, como la arquitectura de rotor abierto que es capaz de reducir las emisiones de los combustibles y la producción de dióxido de carbono.