Explorar y cuantificar el vínculo entre el diseño de los barcos y el fallo humano
El diseño de un barco puede afectar negativamente a la acción humana, lo que puede derivar en accidentes marítimos. Una iniciativa de la Unión Europea tiene por finalidad estudiar de qué modo el diseño naval propicia el error humano.
Algunos de los errores que se atribuyen a la tripulación, tanto oficiales de cubierta como ingenieros, se deben a factores de diseño globales (FDG) como el movimiento, el ruido, las vibraciones y la distribución de los elementos en cubierta.
El proyecto «Human factors in risk-based ship design methodology» (FAROS), financiado con fondos europeos, estudia la relación entre los fallos humanos y el diseño de las características de un barco. Partiendo del trabajo de proyectos anteriores, el objetivo final es demostrar cómo el diseño de un barco puede contribuir a reducir los errores humanos que se producen a bordo. El proyecto se centra en concreto en las etapas iniciales del diseño, como el diseño conceptual, puesto que las modificaciones drásticas de diseño que se realizan en este punto todavía no acarrean un coste excesivo.
Durante el primer periodo documentado, el trabajo del proyecto comenzó con un análisis de las investigaciones más recientes sobre la influencia de los FDG en las acciones de la tripulación y el error humano. Se observó que el ruido, las vibraciones y los movimientos del barco afectan a la capacidad de gestionar la atención, mientras que la distribución de los elementos de la cubierta y la ubicación y accesibilidad de los equipamientos influyen en la eficiencia y la seguridad de la tripulación a la hora de realizar diversas tareas.
Los investigadores cuantificaron el grado de riesgo que generan incidentes tales como lesiones y defunciones entre la tripulación, colisión entre barcos, encallamiento e incendio, que afectan al barco entero y, por consiguiente, a todas las personas que se encuentran a bordo. Posteriormente, se elaboraron modelos de riesgo en los que se asociaban los FDG a las acciones y errores humanos. Los modelos se combinaron para crear un marco completo de evaluación de riesgos que se puede aplicar a barcos de pasajeros y mercantes en un proceso de diseño basado en riesgos.
Se llevaron a cabo experimentos virtuales en recintos donde se aloja maquinaria (simulados mediante realidad virtual) y en simuladores de puentes de mando para determinar en qué condiciones existen más probabilidades de que se produzca un fallo de la tripulación. Después, se compararon estas condiciones con las reglas y pautas de diseño correspondientes y se buscaron deficiencias y carencias relevantes.
Gracias a un mayor conocimiento de la asociación causal entre el diseño del buque y la acción humana, el proyecto FAROS permitirá mejorar el proceso de diseño de los barcos, lo que a su vez se traducirá en navíos más seguros. También servirá para crear procedimientos de seguridad más efectivos y mejorar las condiciones de trabajo y de vida a bordo.
publicado: 2015-05-13