Carga inalámbrica para coches eléctricos

El empleo generalizado de vehículos eléctricos (VE) podría contribuir enormemente a reducir la contaminación urbana y las emisiones mundiales de dióxido de carbono. Las nuevas tecnologías de carga inalámbrica proporcionan mayor comodidad y podrían inclinar la balanza hacia los vehículos eléctricos al aumentar la autonomía de este tipo de transporte.

Los principales fabricantes de automóviles han invertido en labores de investigación y desarrollo dedicadas a las tecnologías de los VE. Los progresos logrados han dado lugar a que este tipo de vehículos se vean en las calles y carreteras de muchos países. No obstante, aún quedan diversos retos relacionados con la velocidad de carga de los VE que han de resolverse para que aumente su popularidad.

El fenómeno descubierto a principios del siglo XIX de inducción electromagnética podría proporcionar la respuesta necesaria en forma de carga inalámbrica. Científicos pertenecientes al proyecto europeo «Innovative fast inductive charging solution for electric vehicles» (FASTINCHARGE) trabajan en la creación de un sistema de carga basado en una bobina expuesta (un conductor bobinado) a un campo magnético variable. Su intención es la de crear un tipo de carga para VE que no precise de enchufes. La tecnología se está adaptando para lograr transferencias de 40kW de potencia hacia VE tanto aparcados como en ruta.

Los propietarios de VE cuentan con distintas posibilidades de recarga de sus coches en función de dónde se encuentren. El emplazamiento más común sigue siendo la carga durante la noche (estacionaria) en el hogar. Existen también, en comercios y empresas, puntos de recarga en las que se puede aparcar el coche para cargarlo y estaciones de alta potencia y carga rápida similares a las estaciones de servicio tradicionales.

FASTINCHARGE trabaja en una tecnología de carga rápida por inducción que se probará en un VE, una estación de carga de cuatro bloques instalada en un cruce urbano y en otra estación de carga estacionaria. El equipo evalúa todos los componentes que se han de tener en cuenta para este sistema, como la seguridad y el rendimiento del VE, la autonomía del VE, la gestión de la red eléctrica y la conexión a la misma y los sistemas coordinados inteligentes.

El equipo al cargo produjo durante la primera fase del proyecto varios prototipos de aplicaciones estacionarias y móviles y un banco de pruebas con el que evaluar el rendimiento de la tecnología. Realizaron además un análisis de la aceptación por parte de los usuarios de distintas soluciones de carga por inducción de VE.

Su intención es ahora demostrar la mayor comodidad que ofrece esta tecnología nueva. Su sencillez, la ausencia de cables y el menor tiempo de carga combinado con una autonomía mayor proporcionada por el sistema de carga en ruta al detenerse en el cruce electrificado aumentarán el interés de los posibles consumidores de VE. El menor coste total de propiedad en comparación con otras propuestas anteriores podría resultar decisivo a la hora de comercializarlo.

publicado: 2015-04-22
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