Romper el hielo... de las alas

Aparte de los aspectos relacionados con el peso y el control, la acumulación de hielo en las aeronaves tiene también un impacto ambiental. La mayor potencia necesaria para dar sustentación y controlar el aparato se traduce en un mayor consumo de combustible y un aumento de las emisiones. Los sistemas electromecánicos, en tanto que actuadores de punto único, tienen un consumo energético muy reducido.

En el marco del proyecto «Smart erosion shield for electro-mechanical de-icers» (SMARTERSHIELD), financiado por la UE, se está desarrollando un concepto altamente eficiente y con amplias mejoras. El equipo del proyecto investiga las tecnologías de actuadores y los materiales disponibles que garanticen una deformación y control máximos con un consumo energético mínimo. Con el respaldo del análisis por elementos finitos, confían en poder entregar un prototipo totalmente probado.

Se han evaluado conceptos sobre la base de tres fenómenos distintos —el comportamiento anisotrópico, los modos de vibración y el pandeo— para determinar cuál de ellos garantiza el mejor rendimiento de la pantalla antierosión. Los análisis han conducido a la selección del comportamiento anisotrópico, que emplea la optimización de los materiales y la geometría para obtener patrones complejos de deformación.

A continuación se ha seleccionado plancha de aluminio con refuerzos triangulares y plancha de plástico reforzada con fibra de carbono para fabricar la maqueta. Ya se ha completado satisfactoriamente la primera ronda de simulaciones y pruebas sobre dicha maqueta. En estos momentos los científicos trabajan en optimizar el proceso de fabricación y los materiales de muestra para lograr una mejor concordancia de los resultados teóricos con los experimentales.

Cabe esperar que la tecnología de desengelamiento de alas de aeronaves SMARTSHIELD aporte ventajas económicas y medioambientales significativas. Evitar la formación de hielo en las alas permitirá reducir la carga del avión y aumentar su sustentación. A su vez, se disminuirá el consumo de combustible así como los costes operativos y emisiones relacionados. Por último, el desengelamiento conlleva un mayor control y maniobrabilidad que se traduce asimismo en una mayor seguridad para los pasajeros, con la consiguiente ventaja social, de gran importancia, que ello significa.