Un nuevo tipo de pavimento fabricado fundamentalmente con neumáticos reciclados ligados con una resina elástica podría reducir drásticamente el ruido del tráfico —a niveles comparables con los que ofrecería una pantalla acústica de 3 metros de alto—, además de dotar de una segunda vida útil a los neumáticos usados; una alternativa sostenible a su eliminación.
Las medidas de reducción del ruido generado por el tráfico serían mucho
más eficaces si la capa más superficial del firme fuese más elástica y
absorbiese las vibraciones de los neumáticos.
Los artífices del proyecto «Poroelastic road surface: An innovation to avoid damages to the environment» (
PERSUADE),
financiado con fondos europeos, se han puesto manos a la obra para
desarrollar un material que absorba los ultrasonidos fabricado a partir
de neumáticos triturados.
Esta superficie viaria poroelástica (PERS) es una mezcla de gránulos
de caucho elaborados con restos de neumáticos y distintas proporciones
de áridos de piedra, todo ello unido con resina sintética (que sustituye
al asfalto) y otros componentes con funciones específicas. Los
investigadores de PERSUADE desarrollaron dos tipos de mezcla en el
laboratorio y las utilizaron para construir pistas de pruebas a pequeña
escala en Bélgica, Dinamarca, Eslovenia y Suecia.
El equipo realizó una nueva batería de pruebas en pistas a escala
real de diferente longitud y con distintas mezclas de grava, caucho y
ligante, así como en carreteras que soportan distintos niveles de
tráfico en Bélgica, Dinamarca, Eslovenia, Polonia y Suecia. Aunque se
logró la reducción de ruido esperada (entre 8 y 10 dBA menos que el
asfalto convencional), surgieron problemas técnicos relativos a la
composición y durabilidad del firme: la primera pista de pruebas
construida en Dinamarca tuvo que ser reemplazada por otra debido a que
el material ligante era demasiado líquido y la superficie se deterioraba
rápidamente. Este inconveniente ya se ha resuelto y todas las pistas de
prueba están ofreciendo buenos resultados, a excepción de una de las
construidas en Polonia, cuya capa adherente ha dado problemas.
A pesar de estos reveses, PERS ofrece un enorme potencial de
reducción drástica del ruido y se perfila como una alternativa
prometedora —y más económica— a los paneles acústicos. Por otra parte,
para su fabricación se requiere menos energía que en el caso de las
lechadas bituminosas superficiales, y se aprovechan los residuos de
neumáticos. El consorcio de PERSUADE analiza varios parámetros de las
pistas de pruebas a escala real, como sus propiedades antideslizantes,
el comportamiento en invierno, la reducción del ruido y la durabilidad.