El coste del
empaquetado de la microelectrónica representa el 30% de los costes
totales de producción. Sin embargo, el coste sigue aumentando de forma
alarmante debido a la demanda cada vez mayor de dispositivos
electrónicos portátiles más pequeños e inteligentes. Por esa razón, los
avances tecnológicos para reducir el coste del empaquetado resultan de
vital importancia para mantener la ventaja competitiva de las empresas
de la UE de empaquetado y ensamblaje.
El empaquetado de los aparatos de microelectrónica suele consistir
en materiales de polímero termosolidificables como encapsulantes,
rellenos o adhesivos conductores. En principio, los polímeros
termosolidificables son líquidos o presentan la consistencia de una
pasta, y luego se endurecen mediante un proceso de polimerización. Una
alternativa a los métodos de calentamiento tradicionales es el uso de
energía de microondas para lograr reducir en gran medida el tiempo
necesario para la polimerización.
En el proyecto «Frequency agile microwave bonding system» (FAMOBS),
financiado con fondos de la UE, se desarrolló una herramienta novedosa
que emplea la radiación pulsada de microondas y selecciona unas cuantas
frecuencias de cavidades para mejorar la calidad de las uniones. Entre
las posibles aplicaciones cabe destacar la polimerización de materiales
de relleno para unir componentes a una tarjeta de circuito impreso o
incluso retocar componentes defectuosos.
Esta herramienta es un sistema de adhesión de cavidad abierta que
permite el calentamiento selectivo de puntos específicos. Se puede
integrar en una máquina de precisión para lograr procesar componentes
únicos en una placa de circuito impreso completa. Además, el diseño
abierto facilita la colocación, la polimerización y el alineamiento
simultáneos. Otra aplicación de esta tecnología es el procesamiento
bobina a bobina.
Al contrario que en los hornos de convección, el material se
calienta desde dentro, por lo que la polimerización se produce con mayor
rapidez. En concreto, resulta posible polimerizar determinados
materiales hasta diez veces más rápido. El sistema garantiza una
precisión del proceso inferior a diez micrómetros.
Con la deslocalización de una gran cantidad de empresas de
empaquetado y ensamblaje a países donde los salarios son más bajos,
resulta evidente que el sector industrial europeo necesita
revitalizarse. Gracias a la reducción considerable de los ciclos
temporales, se espera que esta tecnología recién desarrollada ofrezca a
las empresas europeas de empaquetado una clara ventaja competitiva.
Además, también debería permitirles producir equipos y materiales de
ensamblaje para el mercado asiático.