Una tecnología candente para refrigeración

CPU cooler
By Nayu Kim from Toronto, Canada (Tuniq Tower 120 CPU cooler) [CC BY 2.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/2.0)], via Wikimedia Commons
Los dispositivos de microrrefrigeración pronto podrían servir para refrigerar dispositivos electrónicos con el fin de reducir de forma importante el uso de refrigerantes, el coste y el volumen de los sistemas. En un trabajo pionero, un grupo de científicos financiado por la Unión Europea ha demostrado el depósito de moléculas funcionales refrigerantes sobre silicio.
Utilizando moléculas magnéticas, se puede esperar que los sistemas de 
microrrefrigeración sobre chip puedan enfriarse a temperaturas por 
debajo de la del helio líquido, que es de alrededor de 4 Kelvin o -269 
grados Celsius. El enfriamiento de tales materiales mediante el efecto 
magnetocalórico se consigue mediante una pequeña variación del campo 
magnético del orden de unos pocos teslas.
La mayoría de los estudios sobre refrigeradores basados en moléculas
 se han llevado a cabo sobre materiales masivos. Ampliar el trabajo a 
moléculas depositadas sobre un sustrato es bastante difícil, tanto a 
causa de las bajas temperaturas necesarias como a la señal magnética 
débil que generan estas cantidades tan pequeñas de material magnético. 
Un grupo de científicos financiado por la Unión Europea ha avanzado de 
forma importante en el estado de la técnica para las formas masivas y 
depositadas sobre sustratos en el proyecto MAPROMODE.
Dos años de investigación sobre la caracterización física de ciertos
 refrigerantes basados en moléculas en forma masiva a temperaturas muy 
bajas dieron lugar a diez publicaciones en revistas sometidas a revisión
 de gran prestigio.
En paralelo, el equipo depositó con éxito un refrigerante molecular 
sobre un sustrato de silicio. A continuación, los investigadores 
caracterizaron los refrigerantes moleculares injertados mediante 
microscopia de fuerzas atómicas (MFM) avanzada. La MFM es parecida a la 
microscopia de fuerzas atómicas, pero detecta las propiedades magnéticas
 de la superficie mediante una fuerza magnética generada entre la punta y
 la superficie.
Utilizando la MFM a una temperatura próxima a la del helio líquido, 
los científicos mostraron que las moléculas conservan sus propiedades 
magnéticas y, con ellas, su capacidad de refrigeración, después del 
depósito. El trabajo inicial se publicó en un artículo destacado en la 
portada de una revista y resaltado en una nota de prensa de la 
universidad, así como en medios de tirada regional y nacional. Se trata 
del primer paso para hacer realidad microchips de refrigeración sobre 
silicio que funcionen a temperaturas muy bajas, como las que requieren 
los sensores de rayos X e infrarrojos avanzados.
El equipo sigue trabajando en el estudio de formas de reducir el 
tamaño de los refrigeradores hasta las escalas más pequeñas con el fin 
de ajustarse a mercados muy especializados de alta tecnología. Se prevé 
que la tecnología radicalmente innovadora de refrigeración basada en 
moléculas que se ha desarrollado en el marco de MAPROMODE se convierta 
en un producto «candente» de uso generalizado.
publicado: 2015-02-26