Rectificadores de una sola molécula
En los años sesenta, el confundador de Intel Gordon Moore predijo que el número de transistores sobre un chip se duplicaría cada dos años aproximadamente. Mientras esta ley parece estar a punto de alcanzar sus límites, unos científicos han demostrado la utilidad de la electrónica molecular.
La Ley de Moore ha sido cierta respecto al aumento del número de
transistores y de la potencia de cálculo a la vez que la reducción de
los precios. No obstante, está empezando a alcanzar sus límites, en gran
medida a causa de las limitaciones impuestas por la electrónica basada
en silicio. Entre las soluciones más prometedoras se encuentra la
electrónica molecular, que utiliza moléculas aisladas como
rectificadores. Los nanomateriales a base de carbono están al frente de
las tecnologías emergentes de procesamiento de la información. El
proyecto «Carbon-based nanoelectronics» (CARBOTRON), financiado por la
Unión Europea, utilizó la modelización multiescala con el fin de
investigar las características, un requisito previo a la explotación.
El equipo estudió la rectificación en la nanoescala en electrónica
molecular, que es la base de nuevos sistemas de computación. Se
identificó un nuevo mecanismo para la espintrónica a base de carbono o
la electrónica de transporte de espín, dispositivos que utilizan el
espín electrónico (o, más en general, el espín nuclear) en lugar de la
carga o conjuntamente con ella. Los hallazgos dieron lugar a tres
publicaciones en revistas científicas sometidas a revisión.
Experimentos teóricos adicionales con materiales a base de carbono
incluyeron un estudio sobre el nanobambú de carbono. Se trata de una
estructura única hecha de nanotubos de carbono de distintos diámetros y
ángulos quirales, como piezas aleatorias alargadas de bambú
desarrolladas dentro de nanotubos de carbono de diámetro mayor. La
modelización apuntó a un mecanismo para determinar la estructura
estable.
Finalmente, los investigadores utilizaron métodos de muchos cuerpos
para mostrar que los valores predichos de banda prohibida medida en
moléculas de carbono 1D concuerdan con los valores experimentales
publicados.
El proyecto CARBOTRON fue más allá del alcance original con el
estudio de otros materiales de baja dimensión parecidos a los de los
objetivos iniciales. Entre ellos se encuentran el siliceno, que es el
equivalente al grafeno en silicio, el siliceno hidrogenado o silicano, y
el equivalente al siliceno en germanio, llamado germanano. El trabajo
de modelización demostró la enorme utilidad de estos materiales en
electrónica a nanoescala gracias a sus propiedades físicas excelentes.
Se publicaron siete artículos más sobre estos temas.
En conjunto, los científicos publicaron catorce artículos en
revistas sometidas a revisión muy bien valoradas y varios de ellos han
sido citados muchas veces desde su publicación. CARBOTRON ha colocado
una parte muy importante de los cimientos de los futuros sistemas de
computación, con la demostración de las posibilidades de la electrónica
molecular para superar las limitaciones de la Ley de Moore.
publicado: 2015-02-24