Ante la demanda de artículos perecederos de alto valor y la creciente importancia otorgada a la seguridad alimentaria, el mercado del transporte refrigerado está en alza. Una iniciativa comunitaria busca dar respuesta al costoso consumo energético de la flota de vehículos de transporte en frío.
El sector del transporte refrigerado necesita soluciones de ahorro de
energía para mantener la competitividad. A medida que los precios del
combustible arrastran en su subida a los costes operativos, las empresas
están renovando o bien reemplazando sus vehículos refrigerados. En
torno al 8 % del consumo total de combustible de un camión o una
furgoneta se debe a su sistema de refrigeración.
El objetivo general del proyecto «Metal hydride heat pump for waste heat recovery in vans refrigeration systems»
HP-ACS)
es la introducción de una innovadora bomba de calor que debería aportar
considerables ahorros de combustible y energía con respecto a los
sistemas convencionales, además de mejorar la eficiencia de los
vehículos y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
La mayoría de los sistemas de refrigeración utilizan un compresor,
lo que consume mucha energía. Los integrantes del proyecto estiman que
los compresores en funcionamiento elevan el consumo del vehículo en
torno a un 15 %.
Los científicos están desarrollando una bomba de calor que funcione
aprovechando el calor residual despedido por el motor. De ese modo, se
obtendría frío sin gasto adicional de energía y se evitarían por
completo los costes operativos de la refrigeración. Esta tecnología
podría ahorrar a las empresas hasta ocho mil litros de combustible al
año por cada furgoneta o camión.
El equipo está diseñando, describiendo y realizando pruebas piloto
con materiales que se puedan utilizar en los lechos de adsorción de
hidrógeno de la bomba de calor. También está tratando de optimizar el
diseño de la bomba para conseguir un montaje sencillo y un peso bajo.
El proyecto HP-ACS está liderando el camino hacia un puntero sistema
de aire acondicionado alimentado por calor. Los vehículos de mañana
serán más eficientes energéticamente y por tanto más rentables,
permitiendo así que el sector del transporte refrigerado se mantenga
competitivo.