En el conjunto de la Unión Europea, el sector de los transportes 
concentra más del setenta por ciento del consumo total de petróleo, la 
mayor parte del cual se importa. Dado que cada cincuenta días se 
matriculan en Europa más de un millón de coches nuevos, el consumo de 
combustible, la congestión y la contaminación no harán sino aumentar 
mientras el motor de combustión interna siga constituyendo la principal 
fuente de energía para los automóviles. Por esta razón la UE, los 
gobiernos de cada país y las empresas privadas del sector están 
invirtiendo miles de millones en el desarrollo de VE.
«En lugar de ofrecer formas de movilidad cuyos precios energéticos 
se encuentran en alza constante, este sector se enfrenta ahora al reto 
de satisfacer una demanda de movilidad racional: vehículos de bajo 
consumo energético, seguros y no contaminantes, cuya producción requiera
 menos energía, y en los que se empleen materiales reciclables y, a la 
larga, autodesechables», aseguró el Dr. Pietro Perlo, director ejecutivo
 de Interactive Fully Electrical Vehicles (IFEVS), una PYME italiana 
dedicada al desarrollo de VE.
El Dr. Perlo contribuyó a supervisar el desarrollo de tecnologías 
pioneras para VE en el marco del proyecto «Integrated enabling 
technologies for efficient electrical personal mobility» (P-MOB), que 
recibió de la Comisión Europea una financiación próxima a los 2,8 
millones de euros y contó con la participación de investigadores de seis
 empresas (Siemens de Alemania; Mazel de España; IFEVS, Polimodel y Fiat
 de Italia; y Magnomatics del Reino Unido) y de la Universidad de 
Sheffield (Reino Unido). Gracias al proyecto se desarrolló un prototipo 
novedoso de automóvil eléctrico con una autonomía que puede alcanzar los
 veinte kilómetros empleando únicamente energía solar.
El equipo a cargo de P-MOB, coordinado por el Centro Ricerche Fiat 
de Turín (Italia), se propuso disociar de una vez por todas el 
incremento de la capacidad de transporte con el aumento de las muertes 
en carretera, la congestión y la contaminación desarrollando un 
prototipo de VE que no sólo es menos contaminante, sino también compacto
 y extremadamente seguro. Con ese propósito, los investigadores 
adoptaron un planteamiento novedoso de integración de sistemas avanzados
 que gira en torno, entre otros elementos, a las células solares, los 
motores eléctricos, el control magnético del par de torsión, la gestión 
de la potencia, las baterías distribuidas y las tecnologías que permitan
 a los VE devolver energía a la red de suministro cuando no están en 
uso.
Según el Dr. Perlo: «El diseño ha recibido las mejores 
calificaciones en seguridad y presenta una huella contaminante baja y un
 consumo energético extremadamente reducido, tratándose por tanto de un 
vehículo ideal para las necesidades de la mayoría de la población en 
ciudades y carreteras suburbanas».
El prototipo consiste en un vehículo pequeño y compacto que pesa 
menos de seiscientos kilogramos sin la batería y que alcanza una 
velocidad máxima superior a cien kilómetros por hora, lo cual se ajusta a
 la última normativa sobre microvehículos eléctricos. Además, cumple 
también la normativa convencional para categorías de vehículos como la 
M1, es decir, vehículos de pasajeros de hasta nueve plazas incluyendo el
 conductor.
Aerodinámico, seguro y solar
En otro proyecto paralelo titulado «Building blocks concepts for 
efficient and safe multiuse urban electrical vehicles» (WIDE-MOB), en el
 que participaron los socios de P-MOB, se trabajó en el diseño y 
desarrollo de las piezas fundamentales de los VE. Concretamente, el 
equipo de WIDE-MOB optimizó la aerodinámica para reducir drásticamente 
la resistencia al avance a cualquier velocidad y diseñó carrocerías 
livianas y de coste bajo que proporcionan una gran seguridad en caso de 
colisión frontal o lateral, además de trabajar en varias tecnologías de 
propulsión distribuida.
«Nuestro vehículo es el primero dotado de un sistema de propulsión 
con dos motores, uno por cada eje. Cuenta con dos puertas en un único 
lado, lo que proporciona un grado de seguridad elevado, mejor ergonomía,
 menor complejidad y una resistencia aerodinámica extremadamente baja, 
concretamente un treinta por ciento inferior a la de otros vehículos de 
las mismas dimensiones», informó Perlo. «Todas estas tecnologías fueron 
desarrolladas por los socios en el transcurso del proyecto. Sólo las 
células de la batería se fabricaron fuera de Europa, aunque su diseño 
también se gestó en el seno de esta iniciativa».
Los sistemas integrados de control basados en TIC del vehículo 
construido permiten el funcionamiento de dos motores y dos 
diferenciales, de tal modo que los ejes delantero y trasero son 
independientes y brindan una tracción efectiva en las cuatro ruedas, así
 como una variación en el ratio del par de torsión en función de las 
condiciones de conducción, lo cual conlleva varias ventajas importantes.
 Se incrementa el control del vehículo en curvas de radio reducido, se 
mejora la adherencia en condiciones de humedad o hielo en la calzada, se
 tiene la impresión de una aceleración más rápida sin por ello consumir 
más potencia y permite un funcionamiento a prueba de fallos, puesto que 
si se avería un motor, siempre queda el otro para llegar a casa. Y lo 
que es más importante, esta característica previene la pérdida de 
control del vehículo, incluso a grandes velocidades, en caso de fallo de
 uno de los motores.
Además, el uso de los dos motores se suma a un sistema de gestión 
energética racional basada en TIC que reporta una mayor eficiencia, dado
 que cada uno de los dos motores puede funcionar al máximo rendimiento 
en cualquier condición de conducción, maximizando al mismo tiempo la 
recuperación de energía en las frenadas gracias a un frenado repartido 
entre dos ejes y a un control por sistema ABS (frenado antibloqueo) 
virtual.
El vehículo cuenta también con paneles fotovoltaicos inteligentes 
dotados de diodos también inteligentes y electrónica autoadaptable que 
reducen al mínimo la pérdida de generación energética por efecto de 
sombras o del fallo de células individuales. Como la mayoría de los VE, 
el prototipo de P-MOB puede cargarse directamente desde la red 
eléctrica. Sin embargo, al disponer también de tecnología de células 
solares flexibles y muy eficientes de silicio monocristalino, se puede 
cargar únicamente con el sol e incluso, una vez cargadas sus baterías, 
vender la energía excedente a la red eléctrica.
En el circuito de pruebas de Fiat en Turín, el vehículo demostró ser
 capaz de recorrer veinte kilómetros funcionando únicamente con sus 
células solares, lo cual es más que suficiente para quienes conducen a 
diario por las ciudades europeas, sobre todo en el sur de Europa, más 
soleado.
«Las prestaciones del vehículo cumplieron nuestras expectativas en 
relación al diseño: presentó una estabilidad muy elevada en curvas de 
radio reducido y registró un consumo medio de energía en torno a ochenta
 vatios hora por kilómetro -destacó Perlo-. Lo hemos presentado al 
público en acontecimientos celebrados en Turín, Atenas y Bruselas y las 
valoraciones han sido muy positivas».
El prototipo se diseñó empleando la primera plataforma de diseño 
variable para microvehículos eléctricos, creada también en el seno de 
los proyectos P-MOB y WIDE-MOB, y ya está listo para seguir 
evolucionando en el marco de la plataforma EU-MOBY R&D, apoyada por 
la Comisión Europea.
«La idea de contar con un vehículo que, con unas pequeñas mejoras, 
pueda cumplir la homologación de los microvehículos eléctricos y los M1 
convencionales es nueva y abrirá nuevas oportunidades comerciales. Todos
 estos conceptos están ya patentados», apuntó Perlo.
No obstante, también señaló que las baterías son piezas 
fundamentales de los VE y el hecho de que Europa carezca de una 
industria de baterías fuerte supone un freno a la tecnología del 
continente. «Sin duda se necesita una organización industrial paneuropea
 más avanzada que se ocupe específicamente de la fabricación de 
baterías, porque este aspecto supondrá en los próximos años un escollo 
para el conjunto de la industria dedicada al transporte por carretera».
A pesar de todo, se prevé que las ventas de VE en Europa se 
incrementen a buen ritmo, pasando de 45 000 unidades este año a 400 000 
en 2015, lo que supone en torno al 3,5 % del total de turismos nuevos 
matriculados. A medida que mejore la tecnología también se abaratarán 
los precios. Así, se prevé que en un plazo de 4 años un turismo 
eléctrico de tamaño pequeño o mediano, con una autonomía de 250 km por 
carga, cueste 15 000 euros en lugar de los 20 000 que cuesta 
actualmente.
Otro incentivo para decantarse por un vehículo eléctrico surgirá 
probablemente de los planes de la UE de reducir, en los próximos años, 
las emisiones totales de CO2 del parque de turismos.
«Es probable que esta circunstancia provoque un cambio radical en el
 mercado de automóviles particulares. El precio de los turismos 
convencionales se encarecerá por la tecnología que necesitarán para 
cumplir el umbral de emisiones de CO2, mientras que el coste de los VE 
bajará gracias a la optimización del proceso de fabricación y al aumento
 de las ventas -predijo Perlo-. En el mercado se producirá un nuevo 
equilibrio y quedará margen para nuevos conceptos de vehículos como el 
desarrollado en P-MOB».
La investigación realizada en P-MOB fue financiada por el Séptimo Programa Marco (7PM) de la UE.
Enlace al proyecto en CORDIS:
- 
el 7PM en CORDIS- 
ficha informativa del proyecto P-MOB en CORDIS- 
ficha informativa del proyecto WIDE-MOB en CORDIS
Enlace a la página web del proyecto:
- 
página web del proyecto «Integrated enabling technologies for efficient electrical personal mobility»
Otros enlaces:
- 
web de la Comisión Europea dedicada a la Agenda Digital