La paloma migratoria (Ectopistes migratorius) contaba antaño con una población de entre 3 000 y 5 000 millones de ejemplares y podría haber supuesto hasta el 40 % de la población total de aves de América del Norte. De hecho, a mediados del siglo XIX, la paloma migratoria era tan abundante que los exploradores y los colonos de la época hablaban de bandadas de innumerables ejemplares que tardaban horas en sobrevolarles. Sin embargo, para 1914 ya no quedaba ni un ejemplar. ¿Cómo pudo esta especie pasar de ser la más abundante a extinguirse en solo cincuenta años?
El secreto está en los genes
Estudios previos habían mostrado que las extraordinarias fluctuaciones de la cantidad de individuos provocaron una diversidad genética baja en la paloma migratoria, factor que habría influido en su rápida extinción. No obstante, un artículo reciente publicado en la revista
«Science» niega esta afirmación.
Varios investigadores, uno de los cuales basó su trabajo en el proyecto financiado con fondos europeos GENETIME, analizaron cuarenta y un
genomas mitocondriales y cuatro genomas nucleares de la paloma migratoria. Los datos obtenidos del genoma mitocondrial confirmaron que la diversidad genética del ave era baja debido al tamaño de su población. Pero un estudio más detallado del genoma completo ofreció resultados sorprendentes. Las variaciones genéticas no se producían por igual en todo el cromosoma, a diferencia de lo que esperaban los científicos. De hecho, las regiones medias presentaban una densidad baja, mientras que en los extremos la densidad era mayor. Esto probablemente se debiera a una selección genética más intensa a lo largo de la historia del ave.
Análisis posteriores también descartaron las fluctuaciones demográficas y mostraron que la cantidad de ejemplares se había mantenido estable durante los últimos veinte mil años. Tras descartar la inestabilidad de la población como posible razón para la baja diversidad genética general del ave, se contempló la hipótesis de la selección natural. Para investigar el efecto de la selección natural en la paloma migratoria, el equipo al cargo comparó el genoma del ave con el de su pariente más cercano, la paloma collareja (Patagioenas fasciata). Si se tiene en cuenta que la única diferencia de esta con la migratoria es el considerablemente menor tamaño de su población, se podría utilizar esta comparación para determinar las consecuencias evolutivas de una población de gran tamaño.
El destino de la paloma migratoria
Mediante selección natural, la paloma migratoria adquirió rasgos genéticos que le habrían permitido sobrevivir como especie siempre y cuando el tamaño de su población fuera grande.. De hecho, la extraordinaria cantidad de aves debió ayudar a eliminar mutaciones perjudiciales de su composición genética con mucha más rapidez. Esto, por otro lado, habría motivado una pérdida de diversidad.
Si los cambios en su entorno hubieran sido graduales, la paloma migratoria podría haber sido capaz de adaptarse. No obstante, su baja diversidad genética habría dificultado su supervivencia a la matanza masiva de la especie que perpetraron los colonos europeos cuando empezaron a cazarla con fines comerciales. Se puede por tanto afirmar que fue la caza descontrolada la que trajo la muerte a esta especie de ave ya extinta.
El proyecto
GENETIME (GENETIME: An interdisciplinary training site in Ancient Biomolecules) estudió moléculas de organismos antiguos para ofrecer información sobre unas especies extintas y otras aún existentes. El trabajo realizado durante el proyecto ofrece información interesante sobre los procesos de extinción y desvela que un cambio medioambiental brusco podría provocar una extinción incluso en especies con poblaciones grandes y estables.