La fragmentación forestal, un peligro para las especies vulnerables

Las investigaciones realizadas en el marco del proyecto TERRAGEN, financiado por la Unión Europea, han revelado que la fragmentación del bosque ha dado lugar a una disminución de la sensibilidad a las especies a los cambios de luz, humedad y temperatura.

El equipo de investigadores de un estudio publicado en «Biological Conservation» ha advertido de que la fragmentación del bosque tropical en «islas forestales» está haciendo que aumente el número de especies que tienen que vivir más cerca de los límites del bosque y que muchas están siendo incapaces de adaptarse a un entorno tan alterado.

Mediante el estudio de más de cien especies de reptiles y anfibios que viven en nueve entornos de bosque fragmentados en América Central y Sudamérica, hallaron que el 90 % de todas las especies se encontraban afectadas por el denominado «efecto del límite del bosque». Aunque un reducido número de especies mostraba un aumento de la población, con abundancia de individuos (debido a que se habían adaptado a vivir en los límites del bosque), la mayoría de las especies perdía población y las repercusiones negativas para ellas también se extendían muchos metros hacia el interior del bosque.

El equipo de investigación del proyecto TERRAGEN, dirigido por la Universidad de Newcastle, en el Reino Unido, realizó muestras en lugares donde se había fragmentado el bosque con el fin de liberar terreno para la agricultura o la construcción de carreteras y demostró que el efecto de límite medio se extendía más de 250 metros hacia el interior del bosque. Esto significa que una isla forestal con un diámetro inferior a quinientos metros no albergaría un «núcleo» viable para muchas especies forestales. Ahora, los investigadores reclaman una estrategia nueva para asegurar la conservación y la gestión del bosque.

«El rápido retroceso del bosque tropical en todo el mundo está teniendo efectos devastadores sobre las poblaciones y la diversidad de las especies, pero hasta ahora, no disponíamos de mucha información acerca de la repercusión complementaria que tiene la fragmentación del bosque», comentó la Dra. Marion Pfeifer, una de las autoras principales del estudio. «En nuestro estudio, observamos que la mayoría de las especies de anfibios y reptiles resultaban afectadas a medida que nos acercábamos más al límite de la selva y, en algunos casos, ciertas especies habían desaparecido por completo. Estos hallazgos tienen importantes implicaciones para la conservación en los entornos tropicales fragmentados y sugieren la necesidad de que se preserven grandes espacios de bosque para proteger a las especies dependientes de estos ecosistemas y evitar la pérdida de biodiversidad».

En el bosque atlántico brasileño, más del 80 % de los fragmentos son de menos de cincuenta hectáreas y la mitad de los bosques restantes están a menos de cien metros de un límite, unas cifras muy inferiores a las que se necesitan para preservar la diversidad de las especies. «Estas “zonas de límites” se diferencian del bosque original en cuanto a estructura y función», explicó la Dra. Pfeifer. «Los límites se suelen caracterizar por una cubierta boscosa más abierta, lo que da lugar a menos humedad y más luz, viento y temperaturas diarias máximas. En comparación, el núcleo del bosque presenta cubiertas densas que pueden filtrar hasta el 95 % de la radiación solar y el entorno es más uniforme. Señaló que algunas especies, en especial los reptiles y anfibios, son más sensibles que otras a los cambios en el microclima, por lo que sus probabilidades de supervivencia en la zona de límite son menores.

Los anfibios son el grupo de especies más amenazado del mundo según la lista roja de especies amenazadas de la IUCN, la fuente más completa sobre el estado de la conservación de especies de animales, hongos y plantas del planeta. El equipo de investigación del proyecto TERRAGEN evaluó la abundancia de ciento cuatro especies de anfibios y reptiles en nueve regiones fragmentadas del neotrópico y comprobó que tan solo dos especies de anfibios y ocho especies de reptiles no eran sensibles al efecto de límite.

Ahora, el equipo está examinando el impacto de la fragmentación del bosque en otras especies, desde insectos y aves hasta mamíferos, y cómo se podría utilizar esta información para planificar iniciativas de conservación y estrategias de gestión en el futuro en entornos de bosque fragmentados. Para ello, el equipo utilizará activamente un extenso banco de datos compilado en proyecto Global Biofrag, también dirigido por la Dra. Pfeifer.

«La expansión de la red de carreteras es una de las máximas prioridades para las comunidades que viven en esta zona del mundo, por lo que esta investigación va a ser esencial a la hora de aportar información para futuros planes de gestión», afirma. «Los anfibios y los reptiles son dos especies que sirven como indicadores útiles para evaluar el estado general del ecosistema del bosque y el siguiente paso será colaborar con las comunidades locales para encontrar la mejor forma de proteger la biodiversidad en un lugar donde existen intereses contrapuestos en torno al territorio».

Para más información, consulte:
Página del proyecto en CORDIS

fecha de la última modificación: 2016-08-23 14:18:01
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