Las enfermedades que forman dicho grupo se caracterizan —amén de por resultar poco frecuentes— por unos niveles elevados de hierro acumulado en el cerebro. El tipo de NACH más habitual es la neurodegeneración asociada a pantotenato quinasa (PKAN). Los síntomas de PKAN y de la mayoría del resto de NACH aparecen durante la primera infancia y las enfermedades progresan hasta causar una discapacidad permanente y, en muchos casos, una muerte prematura. En la actualidad, no existe ningún tratamiento que permita revertir o detener la NACH.
En principio, la acumulación de hierro y el defecto enzimático propios de la PKAN podrían responder a un tratamiento farmacológico, pero la escasez y la dispersión geográfica de los pacientes han provocado que la investigación centrada en esta afección se encuentre fragmentada, lo que imposibilita la realización de ensayos clínicos aleatorizados. El proyecto
TIRCON (Treat Iron-Related Childhood-Onset Neurodegeneration), financiado por la Unión Europea, orbita en torno a un ensayo clínico en fases II y III destinado a probar la seguridad y la eficacia de un quelante del hierro denominado deferiprona en una cohorte compuesta por noventa pacientes europeos y estadounidenses con PKAN. Se trata de un medicamento que, hasta la fecha, está aprobado únicamente para otras indicaciones —talasemia—. A pesar de que la PKAN es una dolencia poco usual —con una prevalencia de un caso por millón de habitantes—, TIRCON consiguió reunir a los pacientes necesarios para llevar a cabo el ensayo, que finalizará en otoño de 2016.
Además, el registro internacional armonizado de pacientes de TIRCON, con más de doscientas treinta entradas y que goza de un alto nivel de reconocimiento, ofrece acceso a los datos de estos pacientes —preservando su anonimato— y a muestras biológicas. Esta colección de muestras sirve para realizar análisis genómicos, proteómicos, transcriptómicos y metabolómicos con los que adquirir un mayor grado de comprensión relativo a las causas y la etiología de la NACH e identificar biomarcadores asociados a ésta.
El consorcio también trabaja para evaluar la eficacia de otros posibles tratamientos como los basados en la pantetina y sus derivados en modelos animales preclínicos. Los resultados preliminares en modelos animales con NACH tratados con este fármaco revelan una mejora en las lesiones del aparato locomotor, lo que apunta a su posible uso clínico.
La infraestructura y los recursos desarrollados por TIRCON, junto con la reciente comunidad centrada en la NACH —caracterizada por un elevado nivel de colaboración—, favorecerán las futuras investigaciones dedicadas a esta afección con diversos propósitos, como pueda ser identificar biomarcadores que permitan el diagnóstico de la enfermedad y el seguimiento tanto de su desarrollo como de los efectos de su tratamiento. Se espera que el estudio de intervención en que se basa el proyecto incremente las opciones de tratamiento de esta enfermedad progresiva, sumamente incapacitante y potencialmente mortal.