Los microorganismos capaces de formar biopelículas constituyen un problema cada vez mayor, especialmente en el ámbito sanitario. El equipo de un estudio europeo trata de hacer frente a este fenómeno mediante el recubrimiento de implantes con materiales antibacterianos específicos.
Las infecciones asociadas a biomateriales (IAB) transmitidas por los implantes se generan mediante la formación de una biopelícula de, generalmente, Staphylococcus aureus y estafilococos coagulasa negativos. Las IAB son muy difíciles de erradicar con antibióticos por lo que es imprescindible diseñar soluciones alternativas.
El objetivo del proyecto BALI (Biofilm alliance), financiado con fondos europeos, es resolver el problema de las IAB con la ayuda de diversas técnicas innovadoras. Se pretende crear péptidos sintéticos antimicrobianos y antibiopelícula (SAAP) junto con un sistema de liberación que facilite la aplicación del recubrimiento en la superficie de los biomateriales.
Como base para los péptidos candidatos, se empleó el péptido sintético OP-145 por su potente actividad antiinflamatoria, antimicrobiana y antibiopelícula. También se utilizó la trombocidina-1 (una proteína con propiedad antibacteriana presente en las plaquetas humanas) como patrón inicial para la síntesis de SAAP. Hasta ahora se han analizado diez péptidos para evaluar su eficacia en la eliminación de un amplio espectro de bacterias grampositivas y gramnegativas.
El estudio del mecanismo de acción de estos SAAP indica que además de evitar la formación de biopelículas, presentan una potente actividad antinflamatoria. Los experimentos in vitro mostraron también que OP-145 afecta a la integridad de las membranas bacterianas y de mamíferos.
Para lograr una liberación controlada de los SAAP, se utilizó la plataforma de liberación de fármaco de polímero-lípido diseñada por PolyPid. Tras un intensa optimización para integrar este producto en el recubrimiento, se ha empleado con éxito para cubrir implantes en diversos modelos animales. Tras la exposición a S. aureus, los SAAP lograron evitar la infección en estos animales, lo que demuestra su utilidad en la práctica clínica.
El consorcio confía en que, además de evitar la formación de biopelículas, esta estrategia reducirá también la aparición de resistencias bacterianas. Teniendo en cuenta que el número de personas que sufren fracturas de cadera en Europa es cada vez mayor, se espera que el producto creado en BALI reduzca el riesgo de infección así como los costes derivados de la hospitalización y la intervención.