Un tercio de los pacientes esquizofrénicos son resistentes al
tratamiento (ERT), la mitad de los cuales no responden a ninguna
medicación. Es una cifra preocupante. El resto de los pacientes responde
únicamente a la clozapina, el primer fármaco para el tratamiento con
antipsicóticos atípicos. Cuanto antes se administre el fármaco, mejores
serán los resultados.
Estos científicos están mejorando el acceso de los pacientes a la clozapina, así como su uso, mediante la identificación de los pacientes que obtendrían beneficios tempranamente y la formulación de un fármaco más seguro y mejor tolerado. El proyecto «Pharmacogenomic biomarkers as clinical decision-making tools for clozapine treatment of schizophrenia» (
CRESTAR) está utilizando la información genética, epigenética y epidemiológica en pacientes caracterizados por su respuesta al tratamiento y la reacción adversa al fármaco.
Se están utilizando los datos recabados para desarrollar herramientas de predicción que incluyen pruebas con biomarcadores y genómicas con herramientas clínicas asociadas para la toma de decisiones. El objetivo es identificar más pronto a los pacientes que no responderían a los antipsicóticos comúnmente utilizados, al bajo porcentaje de pacientes que sufrirían efectos secundarios potencialmente mortales con la clozapina, y a los pacientes con mayores probabilidades de no responder a ninguno de los antipsicóticos.
Los científicos hasta la fecha tienen acceso asegurado a gran cantidad de datos para su análisis, que hasta ahora incluyen 16 500 pacientes tratados con clozapina. El análisis integrado a escala europea ha acelerado el hallazgo de los factores genéticos y de los biomarcadores que influyen sobre los efectos de la clozapina en los pacientes esquizofrénicos, o que predicen los mismos. Los efectos secundarios potencialmente mortales de la clozapina en niños y adolescentes son particularmente inquietantes. El proyecto ha avanzado considerablemente en la mejora de la seguridad y la eficacia de la clozapina en estos grupos gracias a una combinación de investigación, análisis y la publicación de artículos científicos y recomendaciones.
Los investigadores también han definido los fenotipos de los ERT en las poblaciones esquizofrénicas y los genotipos de las muestras, y están buscando determinar las asociaciones genéticas y las causas de la ERT. Por último, están desarrollando estudios farmacogenéticos con genochip sobre los efectos de la clozapina que sean comercialmente viables. Se han definido los algoritmos y se están desarrollando los parámetros a ser utilizados en la predicción del riesgo.
CRESTAR acelera el acceso de los ERT a la clozapina, al tiempo que garantiza la seguridad y la eficacia de su administración. Si aumenta el número de pacientes que responden positivamente al tratamiento, las consecuencias socioeconómicas para los pacientes serán incalculables, así como para sus familias y los sistemas de sanidad.