Los cromosomas,
los ovillos de ADN comunes a todas las especies animales y vegetales,
están unidos y controlados por el centrómero, localizado en área central
de los cromosomas. Algunas plantas y animales tienen cromosomas con el
centrómero difuso, es decir, situado a todo lo largo del cromosoma;
estos cromosomas se denominan holocéntricos.
Indicios recientes sugieren que los cromosomas holocéntricos
influyen en la evolución de las especies en los que aparecen. Los
investigadores del proyecto financiado por la Unión Europea «Holocentric
chromosome evolution and the origins of biodiversity in a hyper-diverse
plant lineage» (HOLOCHROMEVOL) están estudiando este fenómeno en el
género común europeo de juncias Carex.
El género Carex es un grupo interesante de plantas: los
reordenamientos cromosómicos han dado lugar a grandes diferencias
genéticas entre especies, así como a una gran diversidad a lo largo del
linaje (más de dos mil especies). El género Carex presenta cromosomas
holocéntricos, así que es probable que estos influyan en la diversidad
genética del género.
Los socios del proyecto han llevado a cabo experimentos de
reproducción a largo plazo tanto dentro como entre especies del género
Carex a largo plazo. Se cultivaron, entrecruzaron y recolectaron varias
generaciones de descendientes para análisis posteriores.
Con el objetivo de evaluar el reordenamiento y discernir cómo estaba
relacionado este fenómeno con el entrecruzamiento en estas plantas, se
utilizó la secuenciación genética de alta resolución. Los investigadores
han descubierto que la tasa de germinación disminuye conforme aumentan
los reordenamientos de los cromosomas.
Esta es la primera evidencia de que los cromosomas holocéntricos
pueden afectar a la reproducción (y por tanto a la evolución) de un
organismo. Los socios del proyecto HOLOCHROMEVOL han desarrollado un
modelo in vivo para otros investigadores con el objetivo de estudiar las
relaciones entre los cromosomas holocéntricos, la evolución y la
especiación.