La genética de la estructura de las plantas

Unos investigadores han realizado avances de gran valor en la compresión de los mecanismos de control genético que subyacen a la conformación de la estructura de las células vegetales en aras de ayudar al desarrollo de las biotecnologías futuras.

En algún punto durante la evolución de las plantas terrestres, estas desarrollaron complejos controles genéticos sobre los microtúbulos, una de las estructuras clave de las células vegetales. Sin embargo, aún no se sabe cómo las plantas terrestres ejercen este complejo control en comparación con sus parientes más simples.

Con el fin de investigar este fenómeno, se inició el proyecto financiado por la Unión Europea «Control of microtubule nucleation and dynamics in plant cells» (COMNADIPC). El objetivo principal era comprender mejor cómo evolucionaron los mecanismos de control genético del movimiento de los microtúbulos.

Lo socios del proyecto investigaron una proteína concreta denominada AUG8, que está presente tanto en un musgo (Physcomitrella patens) como en la planta terrestre modelo Arabidopsis thaliana. Se sabe que esta proteína está asociada con la organización de los microtúbulos.

Los investigadores emplearon una serie de técnicas avanzadas de ingeniería genética para estudiar el papel de la proteína AUG8 tanto en P. patens como en A. thaliana. En concreto, se estudió el efecto de la AUG8 en la función, la organización y el movimiento de los microtúbulos.

Los investigadores del proyecto COMNADIPC descubrieron que esta proteína tenía un efecto significativo en la forma y el tamaño de las células vegetales, una señal clara de que los microtúbulos estaban afectados por esta proteína. Curiosamente, la eliminación completa de la AUG8 de las células fue letal para las plantas.

Los socios del proyecto también identificaron por primera vez dénde se encuentra esta proteína en la célula. Es más, se puso de manifiesto que la AUG8 desempeña un papel clave en la agrupación de los microtúbulos en puntos de control específicos.

Este estudio ha demostrado que el control genético de funciones como la división y el crecimiento celular no ha cambiado de forma significativa desde las primeras plantas hasta nuestros días. Además, se espera que la investigación futura sobre la ingeniería genética se beneficie de este conocimiento.

publicado: 2015-02-09
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